jueves, 7 de mayo de 2009

LA SOLEDAD (Jiddu Krishnamurti)



Foto de V.Nas

¿Qué entendemos por soledad? Es una sensación de vacío, de no tener nada, de estar extraordinariamente inseguros, sin puerto donde anclar. No es desesperación ni falta de esperanza, sino una sensación de vacuidad, de vacío, y de frustración. Estoy seguro de que hemos sentido esto, tanto los felices como los desdichados, tanto los muy activos como los que tienen el vicio de saber. Todos conocemos esto. Es una sensación de dolor real e inextinguible, un dolor que no se puede disimular aunque lo intentemos. Abordemos este problema de nuevo para ver qué es lo que realmente ocurre, para ver qué hacéis cuando sentís esta soledad. Tratáis de esquivar vuestra sensación de soledad, intentáis evitarla con un libro, seguís a algún líder, o vais al cine, o socialmente os volvéis extraordinariamente activos, u os dedicáis al culto y la oración, o pintáis un cuadro, o escribís un poema sobre la soledad. Esto es lo que de hecho ocurre. Al daros cuenta de la soledad, del dolor que la acompaña, del temor extraordinario e insondable que provoca, buscáis una evasión, y esa evasión llega a ser más importante; y por lo tanto, vuestras actividades, vuestros conocimientos, vuestros dioses, vuestras radios, todo ello os resulta importante, ¿no es así? Cuando dais importancia a valores secundarios, éstos os llevan a la desdicha y al caos; los valores secundarios son inevitablemente los valores materialistas, y la civilización moderna, que se basa en esto, os brinda estas evasiones: evasión mediante vuestro trabajo, vuestra familia, vuestro nombre, vuestros estudios, la pintura, etcétera; toda nuestra cultura está basada en esta evasión; nuestra civilización se funda en ella, y esto es un hecho. ¿Habéis tratado alguna vez de estar solos? Cuando lo intentéis veréis cuán extraordinariamente difícil es y cuan extraordinariamente inteligentes debemos ser para estar solos, porque la mente no nos dejará estar solos. La mente se vuelve inquieta, se afana en buscar evasiones, ¿qué podemos hacer, pues? Tratamos de llenar este extraordinario vacío con lo conocido. Descubrimos cómo estar activos, cómo ser sociables; sabemos estudiar, escuchar la radio. Llenamos esto que no conocemos con lo que conocemos. Intentamos llenar este vacío con diversas clases de conocimientos, relaciones o cosas. ¿No es así? Ese es nuestro proceso, ésa es nuestra existencia. Ahora bien, cuando os dais cuenta de lo que hacéis, ¿seguís creyendo que podéis llenar ese vacío? Habéis probado todos los medios para llenar ese vacío de soledad. ¿Lo habéis logrado? Lo habéis intentado con el cine, sin éxito, y por eso seguís a vuestros gurus o a vuestros libros, u os volvéis muy activos socialmente. ¿Habéis conseguido llenar el vacío, o simplemente lo habéis ocultado? Si sólo lo habéis ocultado, ahí sigue; por lo tanto volverá. Si sois capaces de evadiros del todo, entonces vais a parar a un manicomio u os volvéis extremadamente sensibles. Esto es lo que está ocurriendo en el mundo. ¿Es posible llenar esta vacuidad, este vacío? Si no lo es, ¿podemos huir de él, escaparnos? Si hemos experimentado y visto que esta evasión carece de valor, ¿no carecen acaso de valor todas las otras evasiones? Es indiferente que llenéis el vacío con esto o con aquello. La llamada meditación es también escapatoria. Poca importa que cambiéis vuestro medio de evasión. Entonces, ¿cómo sabréis qué hacer con esta soledad? Sólo podréis saberlo cuando hayáis dejado de evadiros. ¿No es así? Cuando estéis dispuestos a enfrentaros con lo que es –lo cual significa que no debéis recurrir a la radio, y que debéis volver la espalda a la civilización-, entonces aquella soledad se acabará, porque ha sufrido una completa transformación. Ya no es soledad. Si comprendéis lo que es, entonces lo que es es lo real. Como la mente está continuamente evitando, evadiéndose, rehusando ver lo que es, crea sus propios obstáculos. Como tenemos tantos obstáculos que nos impiden ver, no comprendemos lo que es y por lo tanto nos alejamos de la realidad; todos estos obstáculos han sido creados por la mente para no ver lo que es. El ver lo que es no sólo requiere buena dosis de capacidad y comprensión de la acción, sino que también significa volver la espalda a todo lo que habéis acumulado: vuestra cuenta bancaria, vuestro nombre y todo aquello que llamáis civilización. Cuando veáis lo que es, veréis cómo se transforma la soledad.

Aportación de Claudio - foro ababolia

No hay comentarios: