domingo, 6 de noviembre de 2011
Milagro
Una llamada de teléfono rutinaria… y al otro lado; la voz cálida del amigo que has tenido abandonado.
Aún hay esperanza… una llamita se prende en el desencantado corazón, que a fuerza de tristeza se ha quedado ceniciento y mudo. Crepita y acalora el momento en que reflexionas ¡ No me lo merezco!... para concluir ¡¡¡Soy afortunada!!!
Pero vuelve el silencio a su neblina que no despeja y como el algodón te acuna en un sueño que no sueña, que no dice … que no piensa.
Y el letargo te arropa de nuevo en el frío mientras un arroyito en lo profundo desliza los recuerdos lentamente.
V.Nas
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