viernes, 10 de abril de 2009

Como una fruta




La vida del sano es una bella fruta
que sacia y quita la sed ,
adorna el paisaje y perfuma el jardín sin esconderse;
también puede caerse del árbol sobre tu cabeza
o tu ojo y ponerte morado ;
o mostrarse madura o verde.


La fruta es apetecible y codiciada ,
y el gusano trata de horadarla y cobijarse en ella
como un compañero muchas veces cálido
hasta que es tarde para ver cuánto daño le ha hecho.


Pero es fruta y no lo ve, lo siente y le duele,
pero advierte y espera… y espera… y espera…
y se va moliendo… se muere.


Se cae de la higuera sin ser higo, decepcionada y dolida,
diciéndose una vez más así misma
-nunca aprenderé- pero que no se diga Señor que no he confiado-
Dáme otra primavera …y otro bonito árbolado.


V.Nas

1 comentario:

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

Dios siempre regala primaveras en este lado donde la vida ha conseguido tanto, pero ha ido eliminando la esencia principal de la misma, esos nutrientes en que se debe cobijar para no olvidarle jamás, pues somos principio y fin y sólo con decirlo ya sabemos que anida en el fruto del Árbol de la misma. A veces sin poderse evitar somos parte del fin que Él busca y receptivos de lo que no es imposible evitar, por eso nos convertimos en "gusanitos de la conciencia" y ya dentro de los frutos, horadamos la capacidad infinita del misterio que nos contiene presos en esa vorágine que es el resultado. Alguna vez nos toca ser el bicho y otras el codiciado fruto, porque el uno sin el otro no podría servir a la memoria que necesita guardar esa savia natural, sin ella la vida en la naturaleza no sería, pero tampoco lo sería si no la observamos para saber qué debemos hacer en cada caso, pues el Árbol de la Vida es el mismo y sólo lo transforma el tiempo y las estaciones mientras ella resiste todo y ayuda a que se aprenda de la misma. El gusano de la fruta es comestible por haberse alimentado de algo sano. En cambio cuando se convierte en mariposa vemos la maravillosa metamorfosis que le espera a la existencia y amamos todos los avatares que de igual forma nos enfrentan a nuestro destino y nos van transformando. Él lo quiere así por eso sabe a quien escoge.