domingo, 14 de marzo de 2010

La botella





Foto de V.Nas

Divagaba yo en mis sueños, sí mientras soñaba; pues divagaba en aquello del optimismo y el pesimismo… lo de ver la botella medio llena o medio vacía.
Y todo el tiempo tenía la mirada puesta en la botella.
Trataba risueña de ver lo que contenía, pero la botella no variaba; pensaba dolosa en lo que a la botella le faltaba, pero la botella no variaba.
Me enfadé pues con ambas posibilidades, pues ninguna mejoraba en sí misma la situación; era sencillamente una nota neutra en un diapasón… y me ví como éste neutra ¡Y no sentía, ni me importaba, si aquello era la mitad de algo o de nada! Realmente ni me faltaba ni me sobraba, para mí , era lo justo.
Pero algo seguía mal, pues la botella no variaba ¡Estaba muerta! como muerto está el que así la mira. Le dí un golpe y se calló; y cambió de posición, volviendo a dejar de nuevo la botella a medias , no sin antes haber derramado algo de su contenido en el suelo… llegó un perro y lo bebió. De pronto lo que no tenía sentido comenzó a adquirirlo ¡ Cómo algo tan valioso se había podido desperdiciar en un perro, teniendo tanta sed tantos hombres! Y la botella me dijo ; deja de mirarme ¡Muévete y muéveme para llenarme , aún arriesgo de que en el vapuleo , algún perro se lleve lo que podría destinarse a un hombre, al final hombres que hoy no beben , beberán a pesar de los perros.

1 comentario:

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

:-0
Qué susto me diste con este, por poco pienso que entre mirada y mirada, viendo a medias las cosas, no tomaban un rumbo ni para arriba, ni para abajo, pero al dar ese manotazo tan decida, creí por un momento que el contenido iba a parar al otro lado de la mesa ¡y adiós botella! Espero que el perro no esté esperando más puñetazos sobre la mesa y muerto de sed.

Un saludo. Elisa.