martes, 9 de febrero de 2010

Desollada


Me falta la piel.
soy naranja desgranada
en gajos sueltos
buscando conformarse.

Me dí sin medir,
explosioné de esperanza
y emociones…
y dejé de guardar en mi interés.

No se piensa en beneficios
si te mueve el corazón.

… Sin saber cómo
comencé a sufrir los cuatro
potros del desmembramiento,
y tuve conciencia

se iba mi zumo
dejando solo pulpa.

Y en el solar de la paz
entró la condena de la angustia.
Se fue la luz …
con ella… el calor.

Puro nitrógeno líquido
se instaló en mi llar…
y solo entonces ví
tus colmillos.


V.Nas

2 comentarios:

Celia Álvarez Fresno dijo...

Buenas letras, amiga. La pulpa sirve para atestiguar lo que ha sido. Para decir que ha dado fruto, aunque ya nadie recuerde que un día sació la sed ajena.
Besos, guapa.

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

La naranja es muy significativa en esta tierra de buenas frutas. Cuando la has comido por primera vez nunca la olvidas. Quien desprecia lo que da en su conjunto es que, como dice Celia, "ya sació en su día su sed". Pero no es ajeno el fruto a quien sabe de su contenido interior, zumo, pulpa,semilla y cáscara, todos tienen un cometido en quien supo cultivarlas, usarlas y disfrutarlas desde su aroma en flor hasta quemando sus cáscaras secas en sahumerio con incienso... ¡Qué aroma! Toda ella es útil a quien sabe apreciarla.
Una rana de charca