sábado, 28 de agosto de 2010

Sensaciones

V.Nas



Estoy en la estratosfera; ni en el cielo, ni en la tierra. Como entre dos aires, entre dos capas; entre pan y pan.
Es una sensación extraña pero extremadamente cómoda, no te inquieta lo que esta debajo ni por encima… es un lugar contemplativo de largo alcance, desde donde todo se ve pequeño, relativo a pesar de preocupante. No se sienten necesidades perentorias, y no se dan respuestas si previamente alguien no las requiere con una pregunta.
De ahí que últimamente no escriba a menudo.
Me gustaría recibir esas cuestiones, para expresar mis pareceres, sobre esos ahora, no se qué temas.
Pero mis lectores no parecen ser muy comunicativos, y se quedan en las lecturas; muy a menudo me pregunto ¿Por qué?
Hasta hace unos meses tenia un contador por el cual conocía que unos mil doscientos IP de distintos países me leían; un buen día desapareció y me quede sin su referencia
Recientemente he vuelto a colocar uno, pero es como iniciar una escalada.
Escribo para mí desde siempre, pero en el momento en que decidí crear un blog se manifestó la necesidad de comunicar, lo que implica idéntica necesidad de conocer las respuestas; las hecho tremendamente en falta. Si bien es cierto que el nombre del blog no se presta para que muchos puedan entrar en él por azar.
A todos cuantos me buscan para encontrarme mi corazón; a aquellos que me han encontrado sin buscarme, como en un cruce de caminos, mi agradecimiento por esa mirada.
V.Nas

1 comentario:

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

Es bueno saber que todos, más o menos, pasamos por estos momentos de la vida, que por lógica se dan después de una gran tensión, pero también porque necesitamos conservarnos en un punto medio, como observadores, porque nada de lo que pasó y pasará podemos modificar, así que tenemos que seguir con lo que nos rodea, pero sin opinar demasiado.
Suele pasar siempre cuando la vida enseña un resultado diferente al que nos hemos enfrentado, pudiendo salir bien librados del asunto o resolverse todo lo que inquietaba. "No hay mal que dure cien años y cuerpo que lo resista" Pero ella, la Vida, se empeñó que lo viéramos de una forma más dura, para demostrarnos que toda nuestra seguridad ante 'los elementos contrarios', ha de manejarse de otra forma y aprovechar el momento y allí está el resultado. Se nos devuelve a un nuevo estado de ánimo mucho mejor, indicativo de una 'entrada' a nuestra individual realidad de cara a la propia experiencia, valorando lo que tenemos a favor, con respecto a lo que no será igual que antes; pero ya sabemos de qué iba 'aprender otra lección' y por lo tanto, no angustia el empujón dado para resolverlo.

Y si sólo se camina mirando el suelo, es por si no vemos 'el saliente del adoquín o el escalón a tiempo... Comprendiendo lo que cuesta 'salir' del porrazo (...) seguro eso sí, con una sonrisa de nuevo. Porque del 'tropezón' nos librado, pero al de arriba debemos pedirle más señales rojas en el tráfico de neuronas a la hora de ciertas decisiones. ;-)

Desde las agüeras de un monte encantado.