lunes, 26 de julio de 2010

Nadie repara cuando lloras; no es políticamente correcto contar penas

V.Nas

Pendía de la fachada con un collar de cuerda sujeto a los barrotes de la ventana. No es que no hubiera avisado antes, hacia unos meses había sido un frasco de pastillas. Pero nadie , ninguna institución quiso ver sus lágrimas ni el embudo en el que se encontraba, que se estrangulaba por momentos.
Esta acción desesperada una vía de escape en la que encontró luz en medio de la soledad más oscura, resolvía dos problemas; automáticamente debería aparecer el centro de acogida para el violento enfermo mental con el que convivía… y ella hallaría la paz.
Se colocó la gargantilla y voló hacia la libertad.

V.Nas

26-07-10

1 comentario:

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

¡Me quedé patidifusa con esta lectura, porque son más los que viven con la soga al cuello. No des ideas. Bueno, es lindo llamarle a la de esparto 'gargantilla' (...)¡poético!

La libertad siempre tiene un precio cuando se recuperan las alas para decir ...¡Basta, ahí te quedas, pero te dejo 'el embudo' por si acaso... y la jaula con alpiste y agua, pero busca quien la limpie de vez en cuando!
Pero te dejo un chiste para que sonrías por si se quiere ser pajarito, no siempre ssle bien ¡jajaja!

http://www.youtube.com/watch?v=NGR4dxYEF7s