viernes, 16 de mayo de 2008

Diálogos con Ernes 24, Abril -2004



...........................................................Foto V.Nas

M: "No estamos hablando de pecados amigo. Pecar es dejar de amar a Dios y al prójimo, y dañar con intención de hacerlo."
E: Arriesgándome al error (y probablemente errando), digo que el pecado es ignorancia de la propia naturaleza y los frutos de tal ignorancia. Un espíritu que se ha reconocido a sí mismo como fruto de la vid que llamamos Jesús, el Verbo, la Expresión de Dios, difícilmente quebrantará alguno de los Diez Mandamientos; mora en la Verdad. Por eso Jesús enseñó que todo podía resumirse en un único mandamiento: "Ama a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo".

M: "Es algo que llena de regocijo como tu bien dices (...) es como estar enamorado y creo sinceramente que se trata de AMOR"
E: Me recuerdas a unas citas que estoy leyendo de Santa Teresa del Niño Jesús. Ella fue una monja carmelita (como Santa Teresa de Ávila), que dejó sobre el papel el más tierno manifiesto de su amor por Jesús (es, verdaderamente, una mujer enamorada).

M: "pues una de las consecuencias más ciertas de hacer las cosas por amor, es que cuánto más das más recibes"

E: Como dice en la Oración Simple...

M: "¿Quiere eso decir que nunca te dejas llevar por un mal momento? No, por supuesto. Somos hombres, con pasiones, y las pasiones tienen fuerza y sobre todo, tienen ímpetu."

E: Sí, por supuesto, quien esté libre de pecado, que arroje la primera piedra...

M: "Bueno Ernes, como cada día seguiré esperando encontrar tus respuestas en mi correo."
E: ¡Ay! Lamento no poder responderte más frecuentemente.
Realmente no puedo hacerlo. Si hasta tengo una fabulosa idea para un cuento, dándome vueltas por la cabeza desde hace unas tres semanas, y todavía no escribí ni una línea siquiera.Te cuento que he leído AMOR... AMADO y me ha fascinado. Realmente es cierto lo que dices: cómo siente uno, a veces, vergüenza por recibir un amor inmerecido, que no puede corresponder ni tampoco trasladar al prójimo...
También lei LA LUZ y me recuerda a ciertos textos budistas, en eso de acabar con las dicotomías, como noche/día y no/sí. Por otro lado, es una verdaderamente bella expresión de humildad.
Y en ME DICE MI CORAZON encuentras redención para tus penas, al comprenderlas como parte de un camino hacia el Gozo Eterno.
En fin, amiga, verdaderamente me sorprendes con lo que escribes. No es fácil encontrar alguien que se anime a hablar abiertamente de estas cosas. ¿Nunca le planteaste todo esto a un sacerdote? Y me refiero a un sacerdote "piola" (como decimos acá, en mi tierra). Me refiero a un sacerdote que no desempolve el viejo catecismo para instruirte sino que te guíe o te contacte con gente que también tiene una fuerte vida mística. Creo que uno nunca debe creer que no existe nadie en el mundo que pueda ayudarlo a desarrollar una vida espiritual más plena. Ahora mismo me pregunto cómo es tu vida, cómo está compuesta tu familia, de qué trabajas, dónde vives. Es curioso: hemos hablado mucho de temas muy profundos, pero apenas sabemos algo el uno del otro.
En fin, te voy mandando un abrazo y que tengas una buena semana.

1 comentario:

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

Qué buen texto que he estado leyendo mientras cuido de alguien enfermo. Un abrazo mi querida amiga. Esos comentarios en intercambio son una joya, pues tus poemas son profundos y la rima la llevan el la belleza de una cadencia propia de esa musicalidad con la que te expresas. Me encantan.

Elisa.