viernes, 2 de mayo de 2008
Diálogos con Ernes 20 -principios 2004
E.- ¿Cómo se caracteriza una vida de profunda contemplación en las actividades cotidianas?
¿Toda esta interioridad queda confinada a las paredes del propio cuerpo?
¿Es algo que llena de regocijo y conocimiento al hombre y en eso se agota?
M.-Bueno , no creo que ésta pregunta sea para mí .
Interpreto profunda contemplación; dentro de la vida contemplativa .
Tal vez a ésta pregunta tú tienes más respuestas que yo , pues has leído a grandes místicos y buceado en el budismo en el que la contemplación adquiere una dimensión más próxima .
Si lo que pretendes que te diga es de que manera ha influido , en mi vida cotidiana , mi manera de vivir consciente de que formo parte de un Todo , integrándome en El y asumiendo mi rol de partícula responsable , te diré que tengo los pies en la tierra y la cabeza en el cielo . Con esto lo que pretendo decir es que soy a todas luces una mujer de hoy , no soy una santona , ni voy por la calle haciendo apostolado repartiendo el nuevo testamento , o cualquier otra actividad parecida . Sí condiciona toda mi forma de actuar en relación con mi entorno , soy más tolerante , evito emitir juicios , creo que todo es por algo , y que incluso en la aparente injusticia puede tener el propósito Divino justicia , trato de ponerme siempre en el lugar del otro , procuro llevar paz a mi entorno , estoy para los otros cuando me requieren ... Quiere esto decir que soy perfecta y lo hago siempre? – No , ni muchísimo menos , pero sé que debería hacerlo , y cuando por comodidad o desidia u otro motivo lo evito , soy plenamente consciente de no estar haciendo algo que estaba en mi mano hacer .
La consciencia de saber lo que debes dentro de lo que puedes . Y la necesidad de manifestarte dentro de lo que crees , acaba afectando al entorno por eso no queda solo en ti , en tu forma de hablar , en tu forma de comportarte , en tu forma de aconsejar , en tu forma de actuar , en tu rectitud . Eso no debe traducirse por ñoñez y cursilería , si hay algo que te haga la comunión divina , es precisamente humana. Aceptas tu condición humana como un regalo divino , y vives esa condición tratando de llevar felicidad en cada una de las actuaciones que como humano te reclama la vida cotidiana , disfrutando de hacerlo . No estamos hablando de pecados amigo . Pecar es dejar de amar a Dios y al prójimo , y dañar con intención de hacerlo . Todo lo demás está en nuestra naturaleza para compartir , para bien .
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