Mostrando entradas con la etiqueta Aportaciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Aportaciones. Mostrar todas las entradas

martes, 5 de abril de 2011

¿Lloramos de risa? ¿Reímos?... o lloramos

Foto sacada de la red


Hoy me han enviado este e-mail. Reir ciega es bueno cuando a continuación no te quedas espantada por la causa de tu risa . Me ha venido bien  desternillarme con la lectura, es una buena terapia... pero me ha quedado acidez en la mente y peso en el corazón al digerirlo:

Publicado en un informe escolar de España. Cómo contestan los exámenes los chavales españoles ¡SE HA RESPETADO LA ORTOGRAFÍA ORIGINAL DE LOS ALUMNOS!

> Enviado por un profesor. Son las respuestas de un examen de música por alumnos de preparatoria.
> P.- La orquesta: Definición, esquema de distribución de los instrumentos y criterio de colocación de estos instrumentos.
> R.- La orquesta es cuando se guntan mucha gente que toca, y toca la música. Los instrumentos se colocan unos delante y detras y eso depende del tamaño, por ejemplo la gaita se coloca siempre delante.
> P.- Características generales de la música barroca.
> R.- Creo que ay un despiste en la pregunta, me parece que es la música marroca. Voy a contestar esto. La música marroca es la de los moros de Marruecos que es muy importante porque la tocaban los moros cuando ivan a > las batallas de conquista.
> P.- Beethoven.
> R.- Este era un señor sordo que compuso la letra de Miguel Rios o sea el Himno de la alegría. Pero cuando la izo no era de rocks. Daba muchos conciertos en la época de Franco y hizo también 'Para Luisa' que no tiene paranjon en la historia de la música.
> Vocabulario musical (define):
> Barítono: es el que lleba la barita o sea el que dirije a los otros > Tenor: es un cantante como Placido Domingo
> Soprano: esto no lo se
> Villancico: es lo que se canta en Navidad cerca del arbol
> Sinfonía: es lo que tocan las orquestas
> Movimiento adagio: eso no lo trae mi libro
> Movimiento allegro: que lo cantan los musicos cuando o sea estan contentos.
> Nota: Este alumno fue a protestar porque lo suspendieron.

Lengua y Literatura

> P.- Medir el segundo verso escrito en la pizarra.> R.- En la pizarra, unos 75 centímetros , en el papel más o menos una cuarta (lo digo aproximado porque no me he traído el metro).
 
Ciencias y geografía

> P.- Movimientos del corazón.
> R.- El corazón siempre está en movimiento, solo está parado en los cadáveres.
> P..- Movimientos del corazón (otra respuesta). > R.- De rotación alrededor de sí mismo y de traslación alrededor del cuerpo.
> P.- Huesos de la pantorrilla.
R
> .- Está formado por el hueso más largo del cuerpo, que es el fémur, que va desde el omoplato hasta la rótula.
> P.- El cerebro.
> R.- Las ideas, después de hablar, se van al cerebro.
> P.- Ejemplo de parásito interno .> R.- Las vísceras.
> P.- Un parásito interno del hombre.
> R.- El langostino.
> P.- Músculos del cuello.
> R.- Electrocleidomésticos.
> P.- Capacidad pulmonar.
> R.- Es de unos cinco mil litros.
> P.- Reproducción sexual. > R.- Para que se provoque la FERMENTACIÓN , tienen que estar el órgano masculino dentro del femenino.
> P.- Dimorfismo sexual. > R.- El macho se diferencia de la hembra por una prolongación más o menos larga.
> P.- Antibióticos.
> R.- El alcohol, algodón y agua oxigenada
> P.- Estimulantes del sistema nervioso. > R.- El café, el tabaco y las mujeres
> P.- Odontólogo.
> R.- Carnívoro que se alimenta de presas vivas.
> P.- Pediatra.
> R.- Médico de pies.
> P.- Definición de rumiantes.
> R.- Son los que eruptan al comer.
> P.- Marsupiales.> R.- Los animales que llevan las tetas en una bolsa.
 > P.- Aves prensoras..> R.- Son las aves que viven en las 'prensas', sitos donde hay mucha agua.
> P.- Aves prensoras (otra buena). > R.- Tienen bonitos coloridos, como el cuervo.
.> P.- Ejemplos de nematoceros (mosquitos).> R.- El 'buo', el 'buo' real y el mochuelo.
> P.- Reptiles.> R.- Son animales que se disuelven en el agua.
> P.- Ejemplo de reptil.
> R.- La serpiente 'Putón'
> P.- Moluscos.> R.- Son esos animales que se ven en los bares, por ejemplo el cangrejo.
> P.- División de los moluscos. > R.- Gasterópodos, bivalvos y simios.
> P.- Partes del insecto.> R.- Son tres: in-sec-to
> P.- La abeja.> R.- Se divide en reina, obreras y 'zagales'.
> P.- ¿Conoces algún vegetal sin flores? > R.- Si, conozco algunos.
> P.- Fases de la Luna. R> .- Luna llena, luna nueva y menos cuarto.
> P.- Formación de las cordilleras.
> R.- Las montañas no se forman en uno o dos días, tardan mucho tiempo en formarse.
> P.- ¿Qué río pasa por Viena?> R.- El Vesubio azul.
> P.- Afluentes del Duero por la derecha. R> .- Son los mismos que por la izquierda.
> P..- Productos volcánicos. > R.- Las bombas atómicas.
> P.- Cómo se llaman los habitantes de Ceuta. > R.- Centauros..

 Geografía


> P.- Países productores de miel.> R.- La Granja de San Francisco
> P.- La sal común.> R.- Tiene un curioso sabor salado.
 > P.- Brisa del mar.> R.- Es una brisa húmeda y seca.

Matemáticas y Física


 > P.- Polígono.> R.- Hombre con muchas mujeres.
> P.- Círculo.> R.- Es una línea pegada por los dos extremos formando un redondel.
> P.- Averiguar el número primo 2639.> R.- Para mí que este número no es primo porque no hay ningún número que dividido por este número que es 2639 nos de exacto. Si usted ve que está mal corrijalo
> P.- Trabajo y energía. > R.- Trabajo es si cogemos una silla y la ponemos en otro sitio, energía es cuando la silla se levanta sola.
> P.- Palabra derivada de luz.> R.- Bombilla.


Historia y religión
> P.- El hombre primitivo.> R.- Se vestía de pieles y se refugiaba en las tabernas.
> P.- Comentar algo del 2 de mayo.> R.- ¿De qué año?

jueves, 7 de mayo de 2009

LA SOLEDAD (Jiddu Krishnamurti)



Foto de V.Nas

¿Qué entendemos por soledad? Es una sensación de vacío, de no tener nada, de estar extraordinariamente inseguros, sin puerto donde anclar. No es desesperación ni falta de esperanza, sino una sensación de vacuidad, de vacío, y de frustración. Estoy seguro de que hemos sentido esto, tanto los felices como los desdichados, tanto los muy activos como los que tienen el vicio de saber. Todos conocemos esto. Es una sensación de dolor real e inextinguible, un dolor que no se puede disimular aunque lo intentemos. Abordemos este problema de nuevo para ver qué es lo que realmente ocurre, para ver qué hacéis cuando sentís esta soledad. Tratáis de esquivar vuestra sensación de soledad, intentáis evitarla con un libro, seguís a algún líder, o vais al cine, o socialmente os volvéis extraordinariamente activos, u os dedicáis al culto y la oración, o pintáis un cuadro, o escribís un poema sobre la soledad. Esto es lo que de hecho ocurre. Al daros cuenta de la soledad, del dolor que la acompaña, del temor extraordinario e insondable que provoca, buscáis una evasión, y esa evasión llega a ser más importante; y por lo tanto, vuestras actividades, vuestros conocimientos, vuestros dioses, vuestras radios, todo ello os resulta importante, ¿no es así? Cuando dais importancia a valores secundarios, éstos os llevan a la desdicha y al caos; los valores secundarios son inevitablemente los valores materialistas, y la civilización moderna, que se basa en esto, os brinda estas evasiones: evasión mediante vuestro trabajo, vuestra familia, vuestro nombre, vuestros estudios, la pintura, etcétera; toda nuestra cultura está basada en esta evasión; nuestra civilización se funda en ella, y esto es un hecho. ¿Habéis tratado alguna vez de estar solos? Cuando lo intentéis veréis cuán extraordinariamente difícil es y cuan extraordinariamente inteligentes debemos ser para estar solos, porque la mente no nos dejará estar solos. La mente se vuelve inquieta, se afana en buscar evasiones, ¿qué podemos hacer, pues? Tratamos de llenar este extraordinario vacío con lo conocido. Descubrimos cómo estar activos, cómo ser sociables; sabemos estudiar, escuchar la radio. Llenamos esto que no conocemos con lo que conocemos. Intentamos llenar este vacío con diversas clases de conocimientos, relaciones o cosas. ¿No es así? Ese es nuestro proceso, ésa es nuestra existencia. Ahora bien, cuando os dais cuenta de lo que hacéis, ¿seguís creyendo que podéis llenar ese vacío? Habéis probado todos los medios para llenar ese vacío de soledad. ¿Lo habéis logrado? Lo habéis intentado con el cine, sin éxito, y por eso seguís a vuestros gurus o a vuestros libros, u os volvéis muy activos socialmente. ¿Habéis conseguido llenar el vacío, o simplemente lo habéis ocultado? Si sólo lo habéis ocultado, ahí sigue; por lo tanto volverá. Si sois capaces de evadiros del todo, entonces vais a parar a un manicomio u os volvéis extremadamente sensibles. Esto es lo que está ocurriendo en el mundo. ¿Es posible llenar esta vacuidad, este vacío? Si no lo es, ¿podemos huir de él, escaparnos? Si hemos experimentado y visto que esta evasión carece de valor, ¿no carecen acaso de valor todas las otras evasiones? Es indiferente que llenéis el vacío con esto o con aquello. La llamada meditación es también escapatoria. Poca importa que cambiéis vuestro medio de evasión. Entonces, ¿cómo sabréis qué hacer con esta soledad? Sólo podréis saberlo cuando hayáis dejado de evadiros. ¿No es así? Cuando estéis dispuestos a enfrentaros con lo que es –lo cual significa que no debéis recurrir a la radio, y que debéis volver la espalda a la civilización-, entonces aquella soledad se acabará, porque ha sufrido una completa transformación. Ya no es soledad. Si comprendéis lo que es, entonces lo que es es lo real. Como la mente está continuamente evitando, evadiéndose, rehusando ver lo que es, crea sus propios obstáculos. Como tenemos tantos obstáculos que nos impiden ver, no comprendemos lo que es y por lo tanto nos alejamos de la realidad; todos estos obstáculos han sido creados por la mente para no ver lo que es. El ver lo que es no sólo requiere buena dosis de capacidad y comprensión de la acción, sino que también significa volver la espalda a todo lo que habéis acumulado: vuestra cuenta bancaria, vuestro nombre y todo aquello que llamáis civilización. Cuando veáis lo que es, veréis cómo se transforma la soledad.

Aportación de Claudio - foro ababolia

domingo, 4 de mayo de 2008

Aportación de Guillermo Cajas. L - 3 Mayo 08



................................................................ Jefe Seattle (1.855)

MENSAJE DEL GRAN JEFE SEATTLE AL PRESIDENTE DE LOS EE.UU.



El gran Jefe de Washington nos envía un mensaje para hacernos saber que desea comprar nuestra tierra. También nos manda palabras de hermandad y de buena voluntad. Agradecemos, pues sabemos que no necesita de nuestra amistad. Pero vamos a considerar su oferta, porque también sabemos de sobra que, de no hacerlo así, quizá el hombre blanco nos arrebate la tierra con sus armas de fuego. Pero... ¿Quién puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?. Esa idea es para nosotros extraña. Ni el frescor del aire, ni el brillo del agua son nuestros. ¿Cómo podría alguien comprarlos?. Aún así, trataremos de tomar una decisión Mis palabras son como las estrellas: eternas, nunca se extinguen. Tenéis que saber que cada trozo de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada aguja de un abeto, cada playa de arena, cada niebla en la profundidad de los bosques, cada claro entre los árboles, cada insecto que zumba es sagrado para el pensar y sentir de mi pueblo. La savia que sube por los árboles es sagrada experiencia y memoria de mi gente. Los muertos de los blancos olvidan la tierra en que nacieron cuando desaparecen para vagar por las estrellas. Los nuestros, en cambio, nunca se alejan de la tierra, pues es la madre de todos nosotros. Somos una parte de ella, y la flor perfumada, el ciervo, el caballo, el águila majestuosa, son nuestros hermanos. Las escarpadas montañas, los prados húmedos, el cuerpo sudoroso del potro y del hombre..., todos pertenecen a la misma familia. Por eso, cuando el Gran Jefe de Washington nos envió el recado de que quería comprar nuestra tierra, exigía demasiado de nosotros. El Gran Jefe nos quiere hacer saber que pretende darnos un lugar donde vivir tranquilos. ??l sería nuestro padre, y nosotros seríamos sus hijos. ¿Pero eso será posible algún día?. Dios debe amar a vuestro pueblo y haber abandonado a sus hijos rojos. ??l ha enviado máquinas para ayudar al hombre blanco en su trabajo, y con ellas se construyen grandes poblados. ??l hace que vuestra gente sea, día a día, más numerosa. Pronto invadiréis la tierra, como ríos que se desbordan desde las gargantas montañosas, como una inesperada lluvia. Mi pueblo, sin embargo, es como una corriente desbordada, pero sin retorno. No, nosotros somos razas diferentes. Nuestros hijos y los vuestros no juegan juntos, y vuestros ancianos y los míos no cuentan las mismas historias. Dios os es favorable, y nosotros nos sentimos huérfanos. Aun así, meditaremos sobre vuestra oferta de comprarnos la tierra. No será fácil, porque esta tierra es sagrada para nosotros Nos sentimos alegres en estos bosques. Ignoro el por qué, pero nuestra forma de vivir es diferente a la vuestra. El agua cristalina, que corre por los arroyos y los ríos no es sólo agua, es también la sangre de nuestros antepasados. Si os la vendiéramos tendríais que recordar que es sagrada, y enseñarlo así a vuestros hijos. De hecho, los ríos son nuestros hermanos. Nos libran de la sed, arrastran nuestras canoas y nos procuran alimento. Cada imagen que reflejan las claras aguas de los lagos son el recuerdo de los hechos que ocurrieron y la memoria de mis gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. Así es, Padre Blanco de Washington: los ríos son nuestros hermanos. Si os vendemos nuestra tierra, tendréis que recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos -y en adelante, los vuestros- y tratarlos con el mismo cariño que se trata a un hermano. Es evidente que el hombre blanco no entiende nuestra manera de ser. Os es indiferente una tierra que otra porque no la ve como a una hermana, sino como a una enemiga. Cuando ya la ha hecho suya, la desprecia y la abandona. Deja atrás la tumba de sus padres sin importarle. Saquea la tierra de sus hijos y le es indiferente. Trata a su madre -la Tierra- y a su hermano -el firmamento-como a objetos que se compran, se usan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Hambriento, el hombre blanco acabará tragándose la tierra, no dejando tras de sí más que un desierto. Mi gente siempre se ha apartado del ambicioso hombre blanco, igual que la niebla matinal en los montes cede ante el sol naciente. Pero las cenizas de nuestros antepasados, sus tumbas, son tierra santa, y por eso estas colinas, estos árboles, esta parte del mundo, nos es sagrado. No sé, pero nuestra forma de ser es muy diferente de la vuestra. Quizás sea porque soy lo que vosotros llamáis "un salvaje" y, por eso, no entiendo nada. La vista de vuestras ciudades hiere los ojos de mi gente. Quizá porque el "Piel Roja" es un salvaje y no lo comprende. No hay silencio alguno en las ciudades de los blancos, no hay ningún lugar donde se pueda oír crecer las hojas en primavera y el zumbido de los insectos. No hay un solo sitio tranquilo en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar desde el que poder escuchar en primavera el brote de las hojas o el revolotear de un insecto. Tal vez sea porque soy lo que llamáis "un salvaje" y no comprenda algunas cosas... El ruido de vuestras ciudades es un insulto para el oído de mi gente y yo me pregunto ¿Qué clase de vida tiene el hombre que no es capaz de escuchar el grito solitario de la garza o el diálogo nocturno de las ranas en un estanque?. Mi pueblo puede sentir el suave susurro del viento sobre la superficie del lago, el olor del aire limpio por el rocío de la mañana y perfumado al mediodía por el aroma de los pinos. El aire es de gran valor para nosotros, pues todas las cosas participan del mismo aliento: el animal, el árbol, el hombre, todos. El hombre blanco parece no dar importancia al aire que respira, a semejanza de un hombre muerto desde hace varios días, embotado por su propio hedor. Pero, si os vendemos nuestra tierra, no olvidéis que tenemos el aire en gran estima, que el aire comparte su espíritu con la vida entera. El viento dio a nuestros padres el primer aliento, y recibirá el último. Y el viento también insuflará la vida a nuestros hijos. Y si os vendiéramos nuestra tierra, tendríais que cuidar el aire como un tesoro y cuidar la tierra como un lugar donde también el hombre blanco sepa que el viento sopla suavemente sobre la hierba en la pradera. Cuando el último de entre mi gente haya desaparecido, cuando su sombra no sea más que un recuerdo en esta tierra -aun entonces- estas riberas y estos bosques estarán poblados por el espíritu de mi pueblo, porque nosotros amamos este paisaje del mismo modo que el niño ama los latidos del corazón de su madre. Si decidiese aceptar vuestra oferta, tendría que poneros una condición: que el hombre blanco considere a los animales de estas tierras como hermanos. Soy lo que llamáis "un salvaje" y no comprendo vuestro modo de vida, pero he visto miles de búfalos muertos, pudriéndose al sol en la pradera. Muertos a tiros, sin sentido, desde las caravanas. Yo soy un salvaje y no puedo comprender cómo una máquina humeante -el caballo de hierro- puede importar más que el búfalo, al que sólo matamos para sobrevivir. ¿Qué es el hombre sin animales? Si todos los animales desaparecieran el hombre también moriría en la soledad de su espíritu. Lo que le suceda a los animales tarde o temprano le sucederá también al hombre. Todas las cosas están estrechamente unidas. Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñado a los nuestros: que la Tierra es su madre. Lo que le ocurre a la Tierra también le ocurre a los hijos de la Tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos. Nosotros sabemos que la tierra no pertenece al hombre, que es el hombre el que pertenece a la Tierra. Lo sabemos muy bien, Todo está unido entre sí, como la sangre que une a una misma familia. El hombre no creó la trama de la vida, es sólo una fibra de la misma. Lo que haga con ese tejido, se lo hace a si mismo. No, el día y la noche no pueden vivir juntos. Tenéis que enseñar a vuestros hijos que el suelo que está bajo sus pies contiene las cenizas de los nuestros. Para que respeten la tierra, contadles que la tierra contiene las almas de nuestros antepasados. Nuestros muertos siguen viviendo entre las dulces aguas de los ríos, y regresan, de nuevo, con cada suave paso de la primavera, y sus almas van con el viento que sopla, rizando la superficie del lago. Consideramos la posibilidad de que el hombre blanco nos compre nuestra tierra. Pero mi pueblo pregunta: ¿Qué es lo que quiere el hombre blanco? ¿Cómo se puede comprar el Cielo, o el calor de la tierra, o la velocidad del antílope?. ¿Cómo vamos a vender todo esto y cómo vais a poder comprarlo?. Acaso podréis hacer con la tierra lo que queráis, sólo porque firmemos un pedazo de papel y se lo entreguemos al hombre blanco?. Si nosotros no poseemos el frescor del aire, ni el resplandor del agua, cómo vais a poder comprarlo? ¿Es que, acaso, podéis comprar los búfalos cuando ya hayáis matado al último?. Consideraremos la oferta. Sabemos que si no os la vendemos vendrá el hombre blanco y se apoderará de nuestra tierra. Sabemos una cosa que, tal vez, el hombre blanco descubra algún día: nuestro Dios es vuestro Dios. Podéis pensar que ahora ??l os pertenece, de igual manera que hoy deseáis que nuestras tierras sean vuestras.. Pero no es así. ??l es el Dios de todos los hombres y su amparo alcanza por igual a mi gente y a la vuestra. Consideraremos vuestra oferta de que vayamos a una reserva. Queremos vivir aparte y en paz. No importa dónde pasemos el resto de nuestros días. Nuestros hijos verán a sus padres sumisos y vencidos. Nuestros guerreros estarán avergonzados. Después de la derrota pasarán sus días en la holganza, y envenenarán sus cuerpos entre comida y alcohol. No importa dónde pasemos el resto de nuestros días. No quedan ya muchos. Sólo algunas horas -un par de inviernos- y no quedará ningún hijo de la gran estirpe que en otros tiempos vivió en esta tierra, y que ahora en pequeños grupos viven dispersos por el bosque, para gemir sobre las tumbas de su pueblo. Un pueblo que en otros tiempos fue tan poderoso y tan lleno de esperanza como el vuestro.¿Pero, por qué entristecerse por la desaparición de una nación? Las naciones están hechas por hombres. Es así. Los hombres aparecen y desaparecen como las olas del mar. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común de las cosas. Después de todo, quizás seamos hermanos. Ya veremos...También los blancos desaparecerán, y quizá antes que otras estirpes. Continuad contaminando y corrompiendo vuestro lecho y cualquier noche moriréis ahogados en vuestra propia suciedad. Eso sí..., caminareis hacia la extinción rodeados de gloria y espoleados por la creencia en un Dios que os da poder sobre la Tierra y sobre los demás hombres. Cuando todos los búfalos se hayan ido, los caballos salvajes hayan sido domados, el rincón más secreto del bosque invadido por el ruido de la multitud, y la visión de las colinas esté manchada por los alambres parlantes (telégrafo), cuando desaparezca la espesura y el águila se extinga, habrá que decir adiós al caballo veloz y a la caza festiva. Será el final de la vida y el comienzo de otra. Por algún motivo que se me escapa, Dios os concedió el dominio sobre los animales, los bosques y los Pieles Rojas. Quizá podríamos comprenderlo si supiésemos qué es lo que sueña el hombre blanco, qué ideales ofrece a los hijos en las largas noches de invierno, y qué visiones bullen en su imaginación, hacia las que tienden el día de mañana. Pero nosotros somos "salvajes". Los sueños del hombre blanco nos están vedados. Y porque nos están ocultos, nosotros vamos a seguir nuestro propio camino. Pues, ante todo, estimamos el derecho que tiene cada ser humano a vivir tal como desea, aunque sea de modo muy diverso al de sus hermanos. No es mucho lo que nos une. Consideraremos vuestra oferta...Si aceptamos es sólo por asegurarnos la reserva que habéis prometido. Quizá, allí podamos acabar los pocos días que nos quedan, viviendo a vuestra manera. Cuando el último Piel Roja de esta tierra desaparezca y su recuerdo sea solamente la sombra de una nube sobre la pradera, todavía estará vivo el espíritu de mis antepasados en estas orillas y en estos bosques. Pues ellos amaban esta tierra, como ama el recién nacido el latido del corazón de su madre. Si os llegáramos a vender nuestra tierra, amadla -como nosotros la hemos amado-. Cuidad de ella -como nosotros la cuidamos- y conservad el recuerdo de esta tierra tal como os la entregamos. ¿Dónde está el bosque espeso?: Desapareció. ¿Qué ha sido del águila?: Desapareció. Así se acaba la vida y sólo nos queda el recurso de intentar sobrevivir.
Jefe Seattle (1.855) según versión de Joseph Campbell al Español..