viernes, 12 de septiembre de 2014

Preguntas-Questions


Pienso que tengo mucho que decir,  pero curiosamente solo acierto a hacerlo cuando se me formula una pregunta; es entonces cuando surgen las respuestas.

Por eso me gustaría que quién me lee me las formulara.

No se si es mucho pedir, pero quedaría muy agradecida si sucediera.

Mientras tanto hablaré de algo que hoy me ha sorprendido tremendamente.

Muchas veces me he preguntado por qué tanto inmigrante que ha entrado en España en los últimos años no trabajan ni lo intentan. Recogen basuras, chatarra o sencillamente piden limosna; dejando en nosotros una sensación de estar adquiriendo un gran lastre para arrastrar.

Hoy me he enterado de una circunstancia que tal vez lo justifique y que al mismo tiempo resulta injustificable, a saber:

Una familia con tres niños entra en una embajada española y solicita asilo pues vienen perseguidos para ser ejecutados, la veracidad y gravedad de la situación hacen que sean automáticamente recogidos por la Cruz Roja y trasladados posteriormente a nuestro país recibiendo todo tipo de ayudas primarias para su adaptación e integración en sociedad,  sobre todo y más importante para garantizar que sus hijos puedan comer todos los días. Los padres personas preparadas, cultas y políglotas en varios idiomas sienten necesidad de acceder al mercado laboral pero en estos momentos eso no es fácil. Los curriculum no reciben respuesta. Llega el verano y surge la posibilidad de reforzar en un restaurante las horas punta y se sienten afortunados por demostrar lo que valen, pues su conocimiento en idiomas ha sido un factor determinante, tal vez haya suerte. Un contrato estival  les priva de las ayudas que recibían puesto que son autosuficientes. Pero las esperanzas no fructifican y en septiembre se terminan los contratos sin renovación posible, el mercado se ha caído. Tratan de arreglar de nuevo los papeles para recibir las ayudas mientras no se agote el plazo o salga otra oportunidad y se encuentran con la respuesta de que ya no tienen derecho a lo no percibido,  por haber encontrado trabajo; lo que se traduce que por tratar de ser útiles quedan desprotegidos, si se hubieran dedicado a no hacer nada seguirían  con las prestaciones.

Se plantea un dilema ante este hecho ¿ Para qué buscar trabajo aunque sea durante un pequeño tiempo en que dejan de costarnos dinero a todos y se convierten en contribuyentes? Solo salen perjudicados con la decisión a tomar. Mejor seguir siendo dependientes.

¿Acaso esta situación es de justicia, no sería más razonable que fuera a la inversa?

V-Nas

1 comentario:

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

COMENTO LO SEGUNDO:
Claro que es así como tú misma lo planteas y puede ser peor con el tiempo ya que la costumbre hace mella. Lo obvio por fácil cuando no se quiere buscar soluciones o se carece de luces (estudios profesionales de cualquier índole), resulta una costumbre que tapa la necesidad y si falta se pide o se roba. Esto no ocurre en el resto de países y lo asevero, al menos allí donde nos imponen otras condiciones para cumplir con la deuda...La realidad es otra, hay un trueque obligatorio de prestaciones a cambio de servicios sociales y la obligación de devolver todo cuanto se da en impuestos y demostración de ganar un escalón más en ese esfuerzo de no ser dependiente, si no es aí, ¡a buscarse la vida en otra parte! Los gobiernos que consienten estas sinvergüenzadas lo hacen obligados por presiones humanitarias que no llevan ningún sentido práctico y menos resuelven el futuro de quien se contenta con lo básico sin aprovechar el tiempo y aprender un oficio. Mira toda esa gente que entra sin ninguna cualificación, se cree con derechos y exige, pero no los obligan a nada. El 'humanismo' mal entendido les atrae, lo que saben que acá funciona.

En cuanto a lo otro que deseas que te pregunten es también parte de una inquietud más que no suele darse a menudo en esta sociedad de creyentes por tradición que no por convicción cuando razonan la relig pero no por un planteamiento que razonan la realidad religiosa, que no la FE en Dios, pero sí al margen de la doctrina sus valores cristianos el destino de su existencia y el mejor camino para cumplir con lo que, quizás, aún desconoce y no se ha planteado de su naturaleza espiritual.
¿Qué cometido se tiene durante el tiempo en que se está en este mundo y cómo hacerlo mejor para sentirse feliz o, al menos, calmado por aceptar todo cuando la vida da y quita mientras se va agotando la existencia? Diremos que con verdadera resignación y fe en Dios, con conciencia de todo acto positivo que trae un bien común, demostrado con hechos.
Es que escuchas cada cosa que en crisis de fe las seudocreencias salen a flote como negocio y los guros de todo, iluminan el panorama con la mano estirada, entre ellos sicólogos y psiquiatras. Porque cualquier creencia 'es gratis' pero al final consigue su cometido, que paguen por enseñar 'caminos de espiritualidad seguros'. Nadie busca su propia luz, les extraña que lo digan y más un particular y no un sacerdote o un 'maestro o guía' en otros casos.
No siempre "la infusa ciencia" se entiende como parte de esa LUZ en la propia.

Un abrazo con el alma.