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31 Julio 09 V.Nas
V.Nas
Celia Alvarez Fresno 060508
V.Nas 28 04 08
OSHO
Y LA PALABRA SE HIZO CARNE
Hablaré acerca de Cristo, pero no acerca del Cristianismo. El cristianismo no tiene nada que ver con Cristo. En realidad, el cristianismo es anti‑Cristo, tal como el Budismo es anti‑Buda y el Jainismo, anti‑Mahavir. Cristo tiene en sí algo que no puede ser organizado: su verdadera naturaleza es la rebelión, y la rebelión no puede ser organizada. Apenas la organizas, la matas. Entonces queda sólo el cadáver. Puedes venerarlo, pero eso. no te puede transformar. Puedes llevar la carga durante siglos y siglos, pero sólo será un peso, no te liberará. Por eso, quisiera dejar algo totalmente claro desde el principio: estoy enteramente de parte de Cristo, pero ni siquiera una pequeña parte de mí está de parte del cristianismo. Si quieres a Cristo, tienes que trascender el cristianismo. Si te aferras demasiado al cristianismo, no te será posible entender a Cristo. Cristo está más allá de todas las iglesias. Cristo es el principio mismo de la religión. En Cristo se cumplen todas las aspiraciones de la humanidad. El es una síntesis excepcional. Normalmente, un ser humano vive en agonía, angustia, ansiedad, dolor y sufrimiento. Si miras a Krishna, verás que él se ha ido al otro polo: vive en éxtasis. No hay agonía; la angustia ha desaparecido. Puedes amarle, puedes bailar con él un rato, pero faltará el puente. Tú estás con angustia, él está en éxtasis ‑¿dónde está el puente?
Alguien como Buda se ha ido aún más lejos. Ni está angustiado, ni está en éxtasis. Se halla absolutamente tranquilo y en calma. Está tan lejos que puedes mirarle, pero no puedes creer en su existencia. Parece un mito ‑quizás la cristalización de los deseos de la humanidad. ¿Cómo puede un hombre así caminar sobre la tierra, trascendiendo en esa forma toda angustia, todo éxtasis? El se encuentra demasiado lejos.
Jesús es la culminación de toda aspiración. Está angustiado, como tú, tal como nace cada hombre ‑angustiado sobre la cruz. Se halla en el éxtasis que Krishna logra a veces: celebra; es una canción, es una danza. Y también es trascendencia. Hay momentos, cuando llegas a estar más y más cerca de él, en que verás que su ser más interno no es ni la cruz ni la celebración, sino la trascendencia.
Esa es la belleza de Cristo: allí existe un puente. Te puedes acercar a él poco a poco, y te puede guiar hacia lo desconocido‑y tan lentamente que ni siquiera te darás cuenta cuando cruces el límite, cuando entres en lo desconocido desde lo conocido, cuando el mundo desaparezca y Dios aparezca. Puedes confiar en él, porque se parece tanto a ti, y al mismo tiempo es tan distinto. Puedes creer en él, porque él es parte de tu angustia; puedes entender su lenguaje.
Por eso Jesús se convirtió en un hito importante en la historia de la consciencia. No es tan sólo una coincidencia el hecho de que el nacimiento de Jesús se haya convertido en la fecha más importante de la historia. Tiene que ser así. Antes de Cristo, un mundo; después de Cristo, ha existido un mundo totalmente diferente - una demarcación en la consciencia del hombre. Hay tantos calendarios, tantas formas; pero el calendario que se basa en Cristo es el más importante. Con él, algo ha cambiado en el hombre; con él, algo ha penetrado en la consciencia del hombre. Buda es hermoso, magnífico, pero no de este mundo; Krishna es adorable ‑pero aún así, falta el puente. Cristo es el puente.
Osho
23 04 08 V.Nas - Libro de Urantia
V.Nas
Por Celia Alvarez Fresno 20 04 08
Olor en el aire
percibido en mis sentidos ,
el aroma y el frescor .
¿Quién te ve?
¿quién puede tocarte?
¿Quién puede contenerte?
...Y es por eso
...¿Qué no estás?
¡Cómo ser indiferente!
... Efluvio mental
que emana la circunstancia
y percibo por mi instinto .
¿Dónde estás?
¿De donde vienes?
¿Quién te ve?
¿Quién puede tocarte?
¿Quién puede contenerte?
...Y es por eso
¿Qué no eres? ...
¡Cómo ser indiferente!
... ¿Dolor? …¿Calor?...Amor
que presionas en mi pecho
y ocupas todo un espacio
inexistente en el cuerpo…
Quién te siente …
¿Dónde estás?
¿De donde vienes?
¿Quién te ve?
¿Quién puede tocarte?
¿Quién puede contenerte?
...Y es por eso
¿Qué no eres? ...
¡Cómo ser indiferente!
V.Nas
1 comentario:
Cuando Dios quiso hacernos de inocencia,
nos dio sus manos,recogió las nuestras;
sin la edad de la duda, sin misterio
y en la edad de la nada, la alegría.
Edades y presencias,
pasajes de las cosas
de música cautiva
Y sólo así se entiende
del cálido estío,
su festival de luz
en soledad pausada.
Cuando Dios quiere la inocencia,
la pertinaz llovizna,
se instaura solitaria.
...Sus manos son de agua
en tardes que se hospedan.
Mi inspiración con Música de Albeniz. Elisa te saluda.
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