Política y evolución debería ser lo mismo. Evolución y escalada espiritual son lo mismo ¿Quiere eso decir que la religión debería controlar el mundo?
La(s) religión(es) tal y como las entendemos en estos momentos, no podrían tomar ese liderazgo.
El liderazgo solo podría tomarlo el concepto de religarse ( volver hacia el origen). Las religiones solo serían medios volutivos de cada individuo en cuanto a la forma de mirar su interio, y provechosos en la medida que aproxima su espiritualidad a Dios, ya que ninguna religión hace que Dios se aproxime más al individuo, que la propia permanencia de Dios en él y el contacto de éste con lo que lleva dentro.
No debe nunca olvidarse que en las religiones se encierra toda una filosofía de la vida y el pensar de los pueblos, sus tradiciones y parámetros interpretativos de muchas de sus prioridades y eso no debe cambiarse por imposiciones de ningún tipo. Del mismo modo que cada individuo define como ha de ser su aspecto externo, la decoración de su casa, el objeto de sus estudios , su proyección en la vida etc… debe tener derecho a decidir la permanencia o no dentro de una determinada filosofía religiosa. Solo el hecho de compartir sin competencias y sin secretismos misteriosos esta manifestación del espíritu individual, se irán unificando criterios, aunque no todas las formas; y finalmente todo contribuirá a un mayor enriquecimiento sobre la verdad que contemplamos y nuestra forma de interpretarla. A mayor conocimiento, mayor libertad. La libertad no está en el No ( no esto o lo otro) la libertad está en el SÍ
Debemos ordenar nuestra casa y conocer bien nuestro entorno, para optar a conocer la génesis y desarrollo de lo que llevamos entre manos.
Eso no quiere decir que debamos implantar criterios
comunistas tal y como los conocemos.
Hasta donde hemos podido observar los pueblos comunistas no tienen calidad de vida ni libertades. Mientras sus dictadores administran los bienes sin ningún tipo de carencias, el pueblo desconoce en qué se invierten y no son absolutamente receptores de los mismos. Demasiados gastos bélicos y de investigación oscuros.
El reparto del bienestar debería estar destinado en primer lugar al hombre y su núcleo primario, la familia ( techo, alimento, estudios,sanidad, ocupación útil y ocio). En segundo lugar a la vinculación del hombre con su entorno y esto quiere decir, al estudio de lo inmediato y necesario según las zonas, con el fin de alcanzar los mejores y más fáciles medios de conocimiento y resolución en los diferentes núcleos… y al alcance de todos ellos. Eso requiere un estudio individual y diferenciado de las políticas a aplicar en cada zona. Pero serían aquellas que contribuyeran a la mayor y mejor rentabilidad del entorno en beneficio de las comunidades circundantes y del conocimiento y provecho general. Se deben buscar los medios de la autosuficiencia y de intercambio; donde todo el mundo comprende mejor aquello con lo que se siente familiarizado, y todo el mundo pone al alcance del resto del planeta los beneficios de sus conocimientos y productividad local.
Cada día el ser humano debería despertar no a una jornada de inquietudes e inseguridades, sino a una jornada de provecho como célula participativa en el avance del conocimiento de lo que somos, lo que nos contiene, lo que significa y hacia dónde nos lleva; a todos juntos.
Y todo ello partiendo de los parámetros que ya tenemos adquiridos, sin dar un solo paso para atrás; solo cribando todo aquello que conlleva egoísmo y ocultamiento en los días de hoy; y no se destina al mayor orgullo y dignidad del hombre. Poner los medios en todos los puntos del planeta para alcanzar los objetivos. Unificar los niveles de la calidad de vida no siendo necesaria la emigración. Fundamentando los viajes en el ansia de conocimiento y participación, abriendo el mundo entero a sus ciudadanos. Sin competencias, ni antagonismos, como una empresa de todos, en la que el beneficio diario de cualquiera de sus departamentos repercute en el saneamiento global. Donde todo el mundo tome conciencia de que no hay tuerca, ni tornillo, ni hilo conductor; prescindible.
V.Nas 020408
Hasta donde hemos podido observar los pueblos comunistas no tienen calidad de vida ni libertades. Mientras sus dictadores administran los bienes sin ningún tipo de carencias, el pueblo desconoce en qué se invierten y no son absolutamente receptores de los mismos. Demasiados gastos bélicos y de investigación oscuros.
El reparto del bienestar debería estar destinado en primer lugar al hombre y su núcleo primario, la familia ( techo, alimento, estudios,sanidad, ocupación útil y ocio). En segundo lugar a la vinculación del hombre con su entorno y esto quiere decir, al estudio de lo inmediato y necesario según las zonas, con el fin de alcanzar los mejores y más fáciles medios de conocimiento y resolución en los diferentes núcleos… y al alcance de todos ellos. Eso requiere un estudio individual y diferenciado de las políticas a aplicar en cada zona. Pero serían aquellas que contribuyeran a la mayor y mejor rentabilidad del entorno en beneficio de las comunidades circundantes y del conocimiento y provecho general. Se deben buscar los medios de la autosuficiencia y de intercambio; donde todo el mundo comprende mejor aquello con lo que se siente familiarizado, y todo el mundo pone al alcance del resto del planeta los beneficios de sus conocimientos y productividad local.
Cada día el ser humano debería despertar no a una jornada de inquietudes e inseguridades, sino a una jornada de provecho como célula participativa en el avance del conocimiento de lo que somos, lo que nos contiene, lo que significa y hacia dónde nos lleva; a todos juntos.
Y todo ello partiendo de los parámetros que ya tenemos adquiridos, sin dar un solo paso para atrás; solo cribando todo aquello que conlleva egoísmo y ocultamiento en los días de hoy; y no se destina al mayor orgullo y dignidad del hombre. Poner los medios en todos los puntos del planeta para alcanzar los objetivos. Unificar los niveles de la calidad de vida no siendo necesaria la emigración. Fundamentando los viajes en el ansia de conocimiento y participación, abriendo el mundo entero a sus ciudadanos. Sin competencias, ni antagonismos, como una empresa de todos, en la que el beneficio diario de cualquiera de sus departamentos repercute en el saneamiento global. Donde todo el mundo tome conciencia de que no hay tuerca, ni tornillo, ni hilo conductor; prescindible.
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