sábado, 27 de septiembre de 2014

Jordi Pujol


 
He sentido pena. Según le oía hablar no se me iba de la  cabeza  “El cornudo, apaleado y contento”  
Se rió pública y politicamente de todos los catalanes y ni siquiera se puso colorado.

Solo queda  hacerse una pregunta  ¿Hasta que punto manipuló el catalanismo? Sería que pretendía unicamente “escriturar” el patio de  “ su casa” quedar  a buen recaudo de ser contabilizado.
¿ Pasará el pueblo catalán a la historia como  aquel  de cuya inteligencia  se rió Pujol?  ¿Se merece esto el pueblo catalán?
Mi mayor sorpresa ver cómo había quien iba  a darle mano en señal de apoyo


martes, 23 de septiembre de 2014

Los justicieros.-The redeemers.




 

  Me asombran esas personas que van por la vida aplicando la “normativa” al tiempo que apisonan con ella a otras que según su criterio la incumplen, personales criterios de apreciación o de semántica. Son muchos los que se atreven a ir por la vida diciéndoles a los demás cómo aplicarse normas que así mismos no se aplican; como se solía decir antiguamente ”Lo ancho para mí y lo estrecho para ti”
Me refiero a los que en un día lluvioso por una acera estrecha se cruzan con otro viandante que poco más se tiene que tirar sobre los automóviles aparcados porque ni se aparta ni hace amago de hacerlo él y su paraguas; o los protegidos con paraguas que se pegan a la pared por quedar a su derecha mientras que el que viene resguardado  solo  por el alero debe salir y mojarse sin que le cedan el paso; o aquel otro que mientras cae lluvia torrencial va en su coche cómodamente sin respetar pasos de cebra donde peatones se empapan, o no evita un  charco aminorando la velocidad salpicando a los peatones que esperan para cruzar; el que llega a un establecimiento con parquing y exige que se retire el coche de otro para poner el suyo; o aquel  que entra en el establecimiento a tomarse un café y leerse todos los periódicos ocupando una mesa durante tres horas por 1,10€ - los 6,00€ de los periódicos que no ha comprado, es decir por -4,90€ mientras su niño de 30 meses ha traído de cabeza a todos los empleados para que no se rompiera la suya, mientras molestaba al resto de los clientes. Aquellos que tildan un alojamiento de falta de limpieza porque no se les recoge las compresas y los condones del suelo o no se les limpian y recogen sus juguetes sexuales de encima de la cama; o los que limpian los zapatos a las colchas; o los que roban las toallas y las mil fechorías que todos intuimos que se hacen en estos establecimientos. Aquellos que critican el buen hacer de los demás  y en ningún momento se ponen en el lugar del otro, porque si bien entienden que les ampara la razón cuando exigen  no  ven  las limitaciones de sus propias exigencias que verían muy diferentemente si ellos tuvieran que sufrirlas…
En cuántas de estas situaciones u otras parecidas nos hemos visto alguna vez; tal vez se me hayan ocurrido solo estos ejemplos porque hoy llueve y he presenciado una gran injusticia en una cafetería, en el que un humano semidios  humilló a quién le prestaba el servicio por interpretar que le había tuteado mientras se evidenciaba que el correcto camarero no hablaba bien el español… y un tome Sr, lo expresó- toma Sr.
Que es lo que está pasando, pasamos por la vida sin mirar al que nos acompaña o viendo solo lo que queremos ver,  hemos perdido el  pundonor . Hoy se toman actitudes,  que hace años eran impensables y  que resultan tan vergonzantes como entonces, sin la menor vergüenza. El ego tiene una dimensión desmedida  esperando que cualquier otro esté por debajo. El resultado  asemeja  ser pasos hacia  atrás en un tiempo en que solo deberían ser hacia adelante, y los extremos cada vez están más distantes mientras los puentes que los unen parecen derrumbados, ya apenas se vislumbra el término medio, el sentido de la medida.
V.Nas

 






viernes, 12 de septiembre de 2014

Preguntas-Questions


Pienso que tengo mucho que decir,  pero curiosamente solo acierto a hacerlo cuando se me formula una pregunta; es entonces cuando surgen las respuestas.

Por eso me gustaría que quién me lee me las formulara.

No se si es mucho pedir, pero quedaría muy agradecida si sucediera.

Mientras tanto hablaré de algo que hoy me ha sorprendido tremendamente.

Muchas veces me he preguntado por qué tanto inmigrante que ha entrado en España en los últimos años no trabajan ni lo intentan. Recogen basuras, chatarra o sencillamente piden limosna; dejando en nosotros una sensación de estar adquiriendo un gran lastre para arrastrar.

Hoy me he enterado de una circunstancia que tal vez lo justifique y que al mismo tiempo resulta injustificable, a saber:

Una familia con tres niños entra en una embajada española y solicita asilo pues vienen perseguidos para ser ejecutados, la veracidad y gravedad de la situación hacen que sean automáticamente recogidos por la Cruz Roja y trasladados posteriormente a nuestro país recibiendo todo tipo de ayudas primarias para su adaptación e integración en sociedad,  sobre todo y más importante para garantizar que sus hijos puedan comer todos los días. Los padres personas preparadas, cultas y políglotas en varios idiomas sienten necesidad de acceder al mercado laboral pero en estos momentos eso no es fácil. Los curriculum no reciben respuesta. Llega el verano y surge la posibilidad de reforzar en un restaurante las horas punta y se sienten afortunados por demostrar lo que valen, pues su conocimiento en idiomas ha sido un factor determinante, tal vez haya suerte. Un contrato estival  les priva de las ayudas que recibían puesto que son autosuficientes. Pero las esperanzas no fructifican y en septiembre se terminan los contratos sin renovación posible, el mercado se ha caído. Tratan de arreglar de nuevo los papeles para recibir las ayudas mientras no se agote el plazo o salga otra oportunidad y se encuentran con la respuesta de que ya no tienen derecho a lo no percibido,  por haber encontrado trabajo; lo que se traduce que por tratar de ser útiles quedan desprotegidos, si se hubieran dedicado a no hacer nada seguirían  con las prestaciones.

Se plantea un dilema ante este hecho ¿ Para qué buscar trabajo aunque sea durante un pequeño tiempo en que dejan de costarnos dinero a todos y se convierten en contribuyentes? Solo salen perjudicados con la decisión a tomar. Mejor seguir siendo dependientes.

¿Acaso esta situación es de justicia, no sería más razonable que fuera a la inversa?

V-Nas

miércoles, 10 de septiembre de 2014

En un tunel.- In a tunnel


Los pies en la Tierra y la cabeza en el Cielo. V.Nas 
Estoy estrenando el ordenador tras un largo periodo de silencio. Me fuerzo a escribir algo aunque la apatía  me lo impide. Me siento bien por volver a sentir el teclado pero estoy oxidada y llena de herrumbre por el desuso. Sin duda la constancia es una virtud para el que pretende escribir y dibujar en letras las ideas y sus conceptos, sobre todo cuando se pretende que la imagen sea exacta y realista. He estado mucho tiempo perdida en abstracciones tratando de reencontrar a la que me había dejado, finalmente he comprendido que esa ya no volverá… ésta soy otra con un vagaje nuevo, pesado, duro y doloroso en medida desconocida para mí. Me gustaría mirarlo como desde afuera y tratar de pincelarlo, pero no puedo, y desde adentro es triste y negro. Pero conozco la vuelta de la moneda para encontrarme con el blanco que vaya matizando y definiendo los perfiles, ese blanco siempre ha estado ahí aunque no viera más que denso negro, yo lo sentía y lo sabía a modo de una cálida manta envolvente que aunque no se ve se toca y cobija. Las dos realidades tan diferentes y tan próximas conviviendo sin mezclarse a causa del muro de tristeza que el tiempo suaviza y la manta consuela. Desde la manta todo es color, la manta contiene colores maravillosos e indescriptibles en su luminosidad y es precioso dejarse dormir en ella, en el sueño duerme la brea y sobre ella comienzan a brotar flores que la estampan, hasta que todo se torna pradera y todo se torna descanso; nada te falta.
V.Nas