jueves, 19 de mayo de 2011

A río revuelto

Hay tantos temas sobre los que escribir y sin embargo me siento absolutamente anulada para hacerlo. En un mundo de desastres donde a los terribles ajustes de la naturaleza se deben sumar los descerebrados acontecimientos provocados por el hombre con todas sus contradicciones , todo se torna conflicto. No existe el blanco y el negro, todo tipo de acciones se meten en una coctelera y el combinado va variando según entre más de aquello o de esto; pero su sabor sigue siendo amargo. Los viejos de mi tierra decían “ A río revuelto ganancia de pescadores”, uno tiene la impresión de que los pescadores siempre son los mismos y los más interesados en revolver el río. Se crean expectativas de cambios, por demás absolutamente necesarios, pero en vez de reposar las neuronas y pararse a pensar coherentemente como caminar los pueblos unidos hacia adelante, estos se tiran a la calle a imponer criterios partidistas que solo consiguen, como muy bien saben los pescadores, garantizar que en la realidad nada cambie y todo siga igual , distintos perros , los mismos collares.
Un ser humano que ya ha abierto los ojos al Cosmos, como puede limitarse a sí mismo con herencias trasnochadas ¿Cómo puede consentir que le limiten?
Por otra parte si nadie está dispuesto a renunciar a nada de lo que le compete es imposible que las cosas cambien realmente… Y eso es la realidad de lo que sucede, nadie está dispuesto a reciclarse, todos aspiran a reciclar a los demás a su acomodo sin ser tocados… de ese modo solo los enfrentamientos interminables y la ruina general de los pueblos puede esperarse, sin que nunca se superen las desigualdades, que irán posicionando las preponderancias  según sean las demandas y necesidades del globo terráqueo.

V.Nas