sábado, 29 de marzo de 2008

Presentación en el Templo

Moisés había enseñado a los judíos que todos los hijos primogénitos pertenecían al Señor, y que, en lugar de su sacrificio tal cual se acostumbraba entre las naciones paganas, ese hijo primogénito podría vivir, siempre y cuando sus padres lo redimieran mediante el pago de cinco siclos a un sacerdote autorizado. También existía una reglamentación mosaica que mandaba que la madre, después de cierto periodo e tiempo , se presentara ( o alguien hiciera el sacrificio correspondiente en su nombre) en el templo para purificarse. Era costumbre efectuar ambas ceremonias al mismo tiempo. Por consiguiente José y María fueron al templo de Jerusalén en persona para presentar a Jesús a los sacerdotes para su redención y hacer a la vez el sacrificio apropiado para asegurar la purificación de María de a supuesta suciedad del alumbramiento.
En las cortes del templo se encontraban con frecuencia dos personajes notables:
Simeón el cantor, y Ana, una poetisa. Simeón era de Judea, pero Ana era de Galilea.
Casi siempre estaban juntos, y ambos eran íntimos amigos del sacerdote Zacarías, quien les había confiado el secreto de Juan y de Jesús. Tanto Simeón como Ana anhelaban presenciar la llegada del Mesías, y su confianza en Zacarías los llevó a creer que Jesús fuese el esperado liberador de los judíos.
Zacarías sabía que día vendría la familia al templo y prometió indicar al cantor y la poetisa, mediante un gesto especial de saludo con la mano en la procesión de niños primogénitos, cual era Jesús.
Para esta ocasión Ana escribió un poema que Simeón cantó, para sorpresa de la familia y de todos los que se encontraban reunidos en los patios del templo. Éste fue su himno de redención del hijo primogénito:
Benito sea el Señor, Dios de Israel
Porque nos ha visitado y ha traído redención a su pueblo;
Arrojando un ancla de salvación para todos
En la casa de su siervo David.
Así como habló por boca de sus santos profetas
-Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos odian;
Para mostrar su misericordia a nuestros progenitores y recordar el santo pacto-
Juramento que hizo a Abraham nuestro padre
Otorgándonos la dádiva de la liberación de nuestros enemigos para que podamos
Servirle sin temores,
En santidad y rectitud delante de él, todos nuestros días.
Y tú niño prometido, te llamarás el Profeta del Altísimo
Porque irás delante de la presencia del Señor para restablecer su reino
Para dar conocimiento de salvación a su pueblo
En la remisión d sus pecados
Regocijaos en la tierna misericordia de nuestro Dios porque nos visitó desde lo alto la aurora
Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte
Para encaminar nuestros pies por caminos de paz
Dejad, oh Señor, que éste tu siervo se aleje en paz, de acuerdo con tus palabras
Porque mis ojos han contemplado la salvación
Que tú has preparado delante del rostro de todos los pueblos
Luz resplandeciente para esclarecimiento aun de gentiles
Y para la gloria de tu pueblo de Israel.


Camino de vuelta a Belén, José y María permanecieron silenciosos -confundidos y sin aliento. María estaba turbada por las palabras de despedida de Ana, la anciana poetisa , José no aprobaba este esfuerzo prematuro por hacer de Jesús el Mesías ansiado del pueblo judío..


La misma historia. La misma gran historia. El mismo milagro. Pero así es como yo la siento… aunque en nada cambiaría si fuera de otro modo.

viernes, 28 de marzo de 2008

Diálogos con Ernes 5

................................................Foto Ernes





Cuándo me dices sobre tu no permanencia en la sintonía , solo a ratos , me haces recordar hasta que punto fui consciente en la dificultad que entrañaba el compromiso que adquiría con “mi ...” al aceptar su permanencia conmigo . No podía hacerle trampas El era conocedor y su permanencia era asumir su presencia con coherencia , no había medias tintas . Era un sí o un no , con todas las consecuencias . Entrañaba tanta renuncia y tanta entrega que le di vueltas durante mucho tiempo , pues sobre todo al principio , la evidencia de la necesidad de elección entre al menos dos opciones, la que me apetecía y la que debía , era continua . Pero en un momento determinado ante una elección indebida mi sentimiento de desolación y pérdida fue tan grande que durante mucho tiempo estuve mirando para El como sin atreverme a acercarme , como perdida ...
Y El me “dijo” en un momento indescriptible después de mucho tiempo con mi dolor ,“ven” y ya nunca más le perdí .

Desde luego que creo que todos somos hijos de Dios y todos procedemos de El, la misma fuente creadora ,exactamente como toda su manifestación creada , TODO somos hijos de Dios , cada manifestación creada con su naturaleza propia y la finalidad que El dispuso , pero todos sus criaturas , amadas , conocidas ,cuidadas...y comprendidas por Dios . Que no quiere de nosotros en cada momento una cosa diferente a la que somos . DIOS como el propio término que le aplicamos implica , no puede equivocarse , NO SE EQUIVOCA , no hace las cosas imperfectas para después corregirlas . El nos quiere así como somos tan imperfectos y perdidos en este valle de lágrimas porque eso es lo que tenemos que ser y nos toca en este estadío en el que nos encontramos .Esta es la realidad de conocimiento que nos corresponde y en ella nos alimentamos y crecemos en sabiduría tanto con lo que hacemos bien como con lo que hacemos mal . Somos originarios y receptores de nuestras propias vivencias y de sus consecuencias y de esa manera vamos creciendo al ritmo que nosotros mismos nos marcamos , mientras el observa y sonríe como un padre amoroso que ve tropezar una y otra vez a su hijo sin cogerle para que aprenda a caminar .


jueves, 27 de marzo de 2008

Diálogos con Ernes 4

...................................................Foto Ernes

Verás amigo , no es riqueza tal y como solemos concebirla lo que yo tengo . Pero como tú muy bien dices nunca me faltó nada de lo necesario y tuve mucho de lo superfluo , hasta el punto de que no tengo sensación alguna de carencia... salvo la de ser querida , e incluso en ésta temo ser injusta , pues he sido muy querida por muchos , muy apreciada por muchos más , y ...adorada por mi pareja , mi grande y único amor que fue para mí un regalo del cielo . Pero la sensación de soledad que acompañó el conjunto de mi niñez y adolescencia, teniendo por otra parte mucho amor y cuidado a mi alrededor , me han marcado para siempre . Hasta el punto de que siempre que tengo ocasión y por el más mínimo motivo les digo a los míos cuánto les quiero . Por eso mi sensación es la de haber sido querida pero no bien.... no como yo necesitaba . No sé si me explico...
...Bien este tema lo dejaremos ya .

Saco como conclusión de tus comentarios que eres un gran lector de teosofía de diferentes dogmas , pues haces referencia habitualmente al budismo o a Teresa de Ávila .A veces siento ganas de bucear en libros que me muestren otros puntos de vista , pero es tanta la confianza y la paz que ha traído a mi vida mi propia vivencia , que he llegado a la conclusión que no deseo otra cosa que mi diálogo con ella . No deseo influencias ni análisis externos, que a pesar de acertados ,pueden ser una interferencia en mi conexión . Por eso en ese aspecto escucharé y te agradeceré tus opiniones fundamentadas en lo que conoces y has asimilado como cierto en esos libros y para mí será muy interesante ...pero no creo que los lea . Porque creo que bucear en ellos buscando respuestas es lo que el hombre hace hasta que encuentra ...lo que yo tengo , pues las respuestas están en ti ...y en mí ...y en todos ..

miércoles, 26 de marzo de 2008

Diálogos con Ernes 3


...........................................Foto V.Nas


Amigo Ernes:
El que me digas que mi diálogo contigo te ayuda a volver a momentos que has considerado de plenitud en paz a lo largo de tu vida , es una recompensa (inmerecida probablemente) pero una recompensa , que me lleva a reflexionar porqué se cruzan los caminos de los “individuos” en momentos determinados de una manera tan aleatoria y con una impronta tan grande en la comunicación . La reflexión no es nueva , y sobre ella tengo algo escrito . Pero tú la vuelves a poner en mi realidad actual y siento que la vida me está regalando algo , cuyo paquete es precioso y el interior una estrella (Luz) .Un abrazo amigo


V.Nas

lunes, 24 de marzo de 2008

Diálogos con Ernes Navidades 2003 - 2

Foto de Ernes


Bien voy a tratar de explicarte que es lo que siento y como ...y cuando .
Pero primero voy a tratar de decirte como empezó sin darte demasiados detalles que matizarían las percepciones que pudieras recibir pero que pertenecen a vivencias que no deseo dar a conocer .
Digamos que habiendo nacido en el país de Jauja( ¿Has oído hablar alguna vez de él?), dímelo si no y te lo aclararé,-decía que habiendo nacido en un lugar y en un entorno de privilegio frente a otros , he tenido mucha infelicidad y mucha lucha en mi vida .He pasado la vida preguntándome por qué y analizando las circunstancias que me rodeaban tratando de cambiar las cosas , hasta que a fuerza de meditar y de luchar con esas circunstancias que eran las mías me di cuenta que solo disponía de una posibilidad real y auténticamente mía , y no era otra que la de cambiarme a mí misma . Dejé de luchar , dejé de gritar...Me limité a aceptar lo que cada día me deparaba tratando de mejorar las cosas en la medida que fueran posibles pero sin luchar con ellas ni contra ellas , solo suavizándolas con mi compresión y mi paz . Paz interior por otra parte porque mi aspecto es fuerte y decidido y parece que puedo comerme el mundo . En ese esfuerzo continuo en el vivir cotidiano de tener para cada uno y en cada situación las palabras y la actitud necesaria para unir y no romper la armonía del entorno , comencé a escucharme a mí y no a lo que me influenciaba . Cuando lo haces ,Cuando sintonizas , te das cuenta que es como si hubieras establecido una conexión permanente que no te abandona NUNCA , siempre está contigo , es como una vibración absolutamente real que en este momento ,sonreiría si tuviera rostro viéndome tratar de decirte lo que te estoy diciendo . He de matizarte que no estoy loca , ni soy una alucinada , ni sectaria , ni una mujer sola que debe buscarse algo mejor en lo que ocuparse ._ Soy una mujer del siglo XXI con responsabilidades serias y un gran peso sobre los hombros . Conocida y respetada en mi entorno , y que en este momento se está preguntando cómo es posible que se esté confesando de esta manera .
Es como te dije en otro mensaje , como un vivir en plural ,como si cada paso que das lo dieras con la supervisión de quién viene a decirte si es el mejor que podías dar o el más adecuado . Que con cada paso que da piensa en que manera afecta a los demás en el convencimiento que recibirá lo mismo que dé y que cada determinación que toma sobre otros no es otra cosa que la determinación de lo que desea tener .Aquello que aspira a recibir .
Tal vez si ahora repasaras los temas que he insertado les darías otra lectura .De todas formas vuelve a leer “Intimo...diálogo con mi Esencia” y ahí veras lo que siento .
Por cierto mi nombre es Mariví , así me llaman los que me conocen bien .


INTIMO


Háblame en el silencio
...con tus palabras profundas .
Y cuéntame lo que tú tan bien conoces
…y a mi alma …tanto inquieta .
Háblame
… como bálsamo que cura ,
como caricia que alienta
como razón que justifica
tanto sufrimiento …y tanto llanto .
Y enjuga mis lágrimas en tu manto
de amor inagotable
…y mírame
…tierno y comprensivo .
Envuélveme en la caricia de tu ternura
…y cuídame
y arrópame
y arrúllame
y quédate aquí…a mi lado
…que te sienta .
Y déjame quererte…aún dañándote
como niña que golpea en su laberinto perdida .
Y déjame buscarte …aún teniéndote
y déjame encontrarte , sin haberte perdido
y déjame sentirte…aún sin verte
…y fíltrame ,
y empápame ,
y apacíguame …
Y sé conmigo
… Y yo Contigo
… Uno.
V.Nas

Respuesta de Ernes

Marivi:

Como te comenté, realmente me sorprendieron tus líneas, las cuales leí en mi escritorio, a media mañana, en un paréntesis de la jornada laboral. Luego, al mediodía, cuando salí a almorzar, me quedé pensando en algunas de las cosas que

habías referido y, de a poco, mi espíritu fue entregándose a una sensación de serena alegría. Tus palabras parecían ser el eco de algunos de los momentos de mayor paz de mi propia vida. Era lógico entonces que, para responderte, buscara un rato de calma, en soledad, sin más que hacer que volver sobre tu mensaje...
"habiendo nacido en un lugar y en un entorno de privilegio frente a otros"

Ernes: Quiero introducir acá una idea que discutimos una vez con una amiga. Ella solía sentirse "culpable" de tener tanto, en comparación con otras personas que tienen tan poco. Y a mí se me ocurrió responderle que debería rendir cuentas ante Dios de acuerdo a lo recibido. A quien no tiene la capacidad de educarse y debe luchar por conseguir el sustento, probablemente Dios sólo le pedirá que sea honesto y buen padre o madre (por decir algo). Pero, a los que tuvimos la posibilidad de ser educados y crecimos en un entorno familiar donde nunca hubo privaciones y tampoco faltó el amor, se nos pedirá más. De todos modos, no es la riqueza o la pobreza lo que determina la capacidad espiritual del hombre (somos todos iguales), tan solo creo que, teniendo techo, ropa y comida, uno puede inclinarse más cómodamente hacia actividades más trascendentes...
M: "he tenido mucha infelicidad y mucha lucha en mi vida. He pasado la vida (...) tratando de cambiar las cosas, hasta que a fuerza de meditar y de luchar con esas circunstancias que eran las mías me di cuenta que solo disponía de una posibilidad real y auténticamente mía, y no era otra que la de cambiarme a mí misma."

E: Esto que acabás de decir me recuerda a una idea budista. A lo largo y a lo ancho del mundo hay todo tipo de suelos: los suelos pedregosos y escarpados, las tierras áridas que hierven bajo el sol, las planicies cubiertas de fresca hierba y también los terrenos fangosos o nevados, que dificultan la marcha. Tratar de cubrir todo el mundo con una alfombra tersa es imposible... ¿Qué solución nos queda? Fabricar nuestras propias zapatillas...
M: "Me limité a aceptar lo que cada día me deparaba tratando de mejorar las cosas en la medida que fueran posibles pero sin luchar (...) contra ellas, solo suavizándolas con mi compresión y mi paz"

E: ¡Fabricaste tus zapatillas! Filosóficamente hablando, te acercaste a la noción taoísta de wu wei, que se refiere a actuar de acuerdo a las circunstancias, en consonancia con ellas, sin interferir ni sobreactuar.
M: "En ese esfuerzo continuo en el vivir cotidiano de tener para cada uno y en cada situación las palabras y la actitud necesaria (...) comencé a escucharme a mí y no a lo que me influenciaba. Cuando lo haces, cuando sintonizas, te das cuenta que es como si hubieras establecido una conexión permanente que no te abandona NUNCA"

E: Creo haber sintonizado, como tú dices, de a ratos, pero no logro que la conexión sea permanente. Santa Teresa habla en su libro de este tipo de personas (como yo) y las describe como quienes han descubierto que hay un terreno vasto por explorar (en su propia alma), pero no se animan a internarse en él; sólo avanzan un poco, titubeando, y pronto vuelven a responder a los reclamos del mundo exterior.
M: "es como una vibración absolutamente real que en este momento sonreiría si tuviera rostro viéndome tratar de decirte lo que te estoy diciendo"

E: Sí, sí que es real. Por eso te decía que creo en la religión como vivencia y no como dogma. En mi discusiones con agnósticos, ellos cuestionaban que los religiosos aceptásemos un dogma, sin cuestionarlo; pero yo intentaba transmitirles la idea de que, al menos para alguna personas, la fe era una experiencia y no un postulado.
M: "con cada paso que da piensa en que manera afecta a los demás en el convencimiento que recibirá lo mismo que dé y que cada determinación que toma sobre otros no es otra cosa que la determinación de lo que desea tener"

E: ¿Crees que esto que acabas de expresar se condice con la idea de que todos somos racimos de una misma Vid (Dios Trino)? El budismo cultiva una idea semejante (aunque con otras palabras, claro está).


M: "De todas formas vuelve a leer Intimo... Diálogo con mi Esencia y ahí veras lo que siento."

E: Lo he vuelto a leer y pienso que bien podrían ser las palabras fervorosas de una novicia carmelita o la expresión de la vocación de un monje taoísta (por decir algo). Es un relato que dice mucho más de lo que aparenta decir; la clase de obra que más me gusta...


Bueno, creo que esto va a ser todo por el momento. Ojalá haya oportunidad de que sigamos conversando. Sólo me resta desearte una...

¡ M U Y F E L I Z N A V I D A D !

Nos escribimos en cualquier momento. Hasta pronto.

Saludos, Ernes.

Los Tres...

Al día siguiente del nacimiento José fue a registrarse. Se encontró con un hombre con el que ellos habían conversado dos noches antes en Jericó, y éste lo llevó a ver a un amigo rico que tenía una habitación en la posada y que con placer cambió el alojamiento con los recientes padres de Nazaret. Permanecieron allí tres semanas hasta que consiguieron hospedaje en casa de un pariente lejano de José. Al segundo día del nacimiento, María envió un mensaje a Elisabet diciéndole que había llegado el hijo; ésta respondió invitándoles a ir a hablar de todos sus asuntos con Zacarías. Ambos estaban convencidos de que Jesús estaba destinado a ser el liberador judío, el Mesías, y que el hijo de ellos Juan, sería con el tiempo el jefe de sus ayudantes, el hombre de destino y su brazo derecho. Como María compartía esas opiniones, no fue difícil convencer a José de que se quedaran en Belén, la Ciudad de David, para que Jesús eventualmente pudiera llegar a ocupar el trono de Israel como sucesor de David. Por consiguiente permanecieron más de un año en Belén, dedicándose José a su oficio de carpintero. El mediodía en que naciera Jesús, los serafines verdaderamente cantaron himnos de gloria sobre el pesebre de Belén , pero estos cantos no fueron detectados por oídos humanos. No hubo pastores, ni otras criaturas mortales que vinieran a rendir homenaje al niño de Belén hasta el día de la llegada de ciertos sacerdotes de Ur, que habían sido enviados desde Jerusalén por Zacarías, sacerdote judío, el esposo de Elisabet y padre de Juan el Bautista. A estos sacerdotes provenientes de la Mesopotamia, les había sido contado tiempo atrás por un extraño maestro religioso de su país , que él había tenido un sueño en el cual s le informaba que la “ luz de la vida” estaba a punto de aparecer sobre la tierra en forma de niño, entre el pueblo judío. Los tres sacerdotes partieron en busca de esta “ luz de la vida”. Después de muchas semanas de búsqueda infructuosa en Jerusalén estaban por volverse a Ur cuando conocieron a Zacarías, quién les transmitió su creencia de que Jesús era el objeto de su búsqueda y los envió a Belén, donde encontraron al niño y dejaron ofrendas junto a María, su madre terrenal. El niño tenía casi tres semanas al tiempo de esta visita. Ninguna estrella guió a estos hombres sabios a Belén. La hermosa leyenda de la estrella de Belén se originó de ésta manera: Jesús nació al mediodía del 21 de agosto del año -7 . El 29 de mayo del mismo año hubo una extraordinaria conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis, y es un hecho astronómico notable el que conjunciones similares ocurrieran el 29 de septiembre y el cinco de diciembre del mismo año. Sobre la base de estos acontecimientos extraordinarios, pero totalmente naturales, los creyentes bien intencionados de las generaciones sucesivas construyeron la atractiva leyenda de la estrella de Belén y de los Reyes Magos adoradores conducidos por la estrella al pesebre para contemplar y adorar al recién nacido. La mente oriental y del cercano Oriente se deleitaba en las fábulas, e inventaban constantemente bellos mitos sobre la vida de sus dirigentes religiosos y héroes políticos. En la ausencia de la imprenta, cuando la mayor parte del conocimiento humano se transmitía oralmente de una generación a otra, era muy fácil que los mitos se tornaran tradiciones y que la tradiciones finalmente se aceptaran como hechos.



La misma historia. La misma gran historia. El mismo milagro. Pero así es como yo la siento… aunque en nada cambiaría si fuera de otro modo. 23 03 08 V.Nas


sábado, 22 de marzo de 2008

Diálogos con Ernes Navidades 2003

Pesebre en casa Foto Ernes


Bueno Ernes , en primer lugar agradecerte tu presencia en los temas que he ido colgando en estas páginas y tu aliento para que me atreviera a mostrarme . Si lees los comentarios que se van haciendo a lo largo de los temas , ya tendrás mas o menos una idea sobre mí , creo que me dejo ver bastante .
En este otro tipo de correo me cuesta un poco más pues me falta espontaneidad pienso .
Te diré que no soy budista ni estudiosa del budismo . Mis particulares percepciones del concepto religión me nacen de un sentimiento tan arraigado en mi , que es él , el que me guía, es como vivir en plural y no sé si lo que digo tiene algún sentido para ti , pero yo pienso que es algo que tienen todos los hombres solo es necesario "sintonizar con ello". Soy católica porque nací en una comunidad católica podría haber sido budista o musulmana o presbiteriana ... y seguiría analizando las cosas por mí misma y llegando a mis propias conclusiones . Lo que creo es que cada hombre recorre el camino
solo , en compañía de otros, pero cada uno el suyo. Nos ayudamos , nos apoyamos , compartimos ...pero cada uno va acumulando su propia experiencia y recibe en la VERDADERA VIDA , que no es la que interpretamos en esta vida material ,EN LA MEDIDA QUE DA ..
Bueno no quiero aburrirte y escribir sobre esto me asusta en la medida que me limita la palabra . Seguiremos . FELIZ NAVIDAD .________________________________________________


Respuesta de Ernes:

Me alegra leerte por acá. Muchas gracias por responder.
Ante todo quiero aclarar que yo tampoco soy budista y que suscribo plenamente tus palabras: "Soy católica porque nací en una comunidad católica podría haber sido budista o musulmana". Y, para que vayas conociendo mi pensamiento, creo que, de haber sido devoto de alguna otra fe, igualmente tendría las mismas inquietudes y, probablemente, habría cosechado respuestas semejantes.
Me fascina la claridad de esta frase: "Mis particulares percepciones del concepto religión me nacen de un sentimiento tan arraigado en mi, que es él, el que me guía". Y también coincido contigo en que "que es algo que tienen todos los hombres". Justamente de eso trata mi último cuento, Trópico de Capricornio. Estoy convencido de que todos podemos acceder a Dios, en esta misma vida, y dejar que Él obre según su voluntad en nuestras almas, para ayudarnos a tener VIDA (con mayúsculas). Respecto de esto te recomiendo un libro que resultó iluminador para mí: Las Moradas del Castillo Interior, de Santa Teresa de Ávila (yo leí, en realidad, un libro introductorio, escrito por el Padre Maximiliano Herráiz).
Siento curiosidad por preguntarte por ese sentimiento que te guía. ¿Cuándo lo sientes? ¿En qué momentos? ¿Cómo lo describirías? Yo creo entenderte, porque también apunto a vivir la religión como una experiencia y no como un dogma. Es tan grata esa sensación de paz, de profunda calma... Si hasta los colores parecen mucho más vivos...
Bueno, aunque haya mucha tinta en el tintero, por el momento es suficiente, ¿verdad? Seguimos en contacto .

Saludos, Ernesto (este es mi nombre verdadero).













Trópico de Capricornio
por Ernes





No puedo hacer otra cosa que sentirme profundamente agradecido por haber podido escribir la palabra fin para este cuento. Y no lo digo porque me haya aburrido escribiéndolo. Tampoco lo digo porque piense que es una obra maestra. Simplemente lo digo porque me permitió hablar de algo maravilloso: un aspecto de la relación del hombre con Dios, su Creador.

Agradezco a todos los que me alientan a escribir (especialmente a Martha y a Julia) y a mi familia, por permitir que Ernesto escritor le robe tiempo a Ernesto esposo y a Ernesto padre.


Buenos Aires, noviembre de 2003.
Trópico de Capricornio


Julieta abrió la canilla para enfriar un poco el agua de la tina que le habían prestado para el aseo de su hijo. Hacía ya cuatro días que no lo bañaba, desde el arribo a Tilcara, y quería hacerlo antes de partir hacia los Valles Calchaquíes. Según lo planeado, la familia visitaría Humahuaca por la mañana y, después del mediodía, iría en busca de su destino turístico en la provincia de Salta.
-Si te parece, mientras vos bañás a Franquito, yo me voy a dar una vuelta por el pueblo –sugirió Marcos.
-Me parece bien –respondió la mujer, mientras desvestía al pequeño Franco-. Nos encontramos en el comedor del hotel, en media hora.
-Genial.
El hombre se despidió de su esposa e hijo con sendos besos y salió de la habitación, ansioso por henchir sus pulmones del aire fresco de la mañana tilcareña.
Apenas pisó la acera, al girar a su izquierda, le llamó la atención la presencia de una imagen de unos dos metros de lado, montada sobre unos parantes de madera, que bloqueaba el acceso a una de las calles laterales. Inmediatamente notó que había más imágenes a lo largo de la calle Belgrano. ¿Tendrían que ver con la Semana Santa?
A lo largo de su estadía, el hombre había visto la transformación a que se había visto sometida la ciudad: habitantes de las villas más cercanas y turistas de los países más lejanos, contados de a miles, habían elegido congregarse en aquel pequeño rincón de la Quebrada de Humahuaca, para compartir esos días tan especiales para la cristiandad. Sin embargo, Marcos no había elegido hospedarse allí por los mismos motivos; de hecho, recién advirtió que una parte de sus vacaciones coincidía con la Semana Santa en el momento en que vio las bandas de sikuris bajar del cerro, trayendo la imagen de la Virgen de Copacabana.
Marcos era agnóstico. Se había declarado como tal durante su primer año en la universidad, al mismo tiempo que profundizaba en el pensamiento científico. Bien podría decirse que se enamoró de la razón mucho antes de enamorarse de su Julieta. A medida que descubría los secretos de la física, no podía hacer menos que maravillarse por la diversidad y profundidad del conocimiento humano. Su raciocinio fue consolidándose con el tiempo, a punto tal que llegó a sentir que no podía confiar en nada más que su intelecto. Alentado por tales convicciones, poco le costó alcanzar el doctorado; es más, a quien le preguntaba acerca del enorme esfuerzo realizado, él respondía que había sido muy feliz durante sus años de estudiante.
Al acercarse a la primera de las imágenes, confirmó su hipótesis: confeccionada con flores, hojas y granos de cereal, resplandecía al sol una representación de Jesús orando en el monte de los Olivos. No era que Marcos recordara las aburridas clases de catequesis del colegio, sino que una pequeña inscripción denunciaba el título de la obra. Manos rudas y gastadas por el trabajo arduo habían sabido entenderse con diminutas hojas y delicados pétalos para dar forma a lo que brotaba de un corazón profundamente conmovido. Sin dudas, este era el resultado palpable del profundo sentir religioso de, al menos, cierta parte de la población vernácula. ¿En qué creerían verdaderamente estos hombres y mujeres? ¿A quién ofrendaban sus sacrificadas vidas, signadas por las privaciones y el desamparo social? Marcos miraba sin comprender.
El hombre siguió caminando, calle arriba. Cada cincuenta o cien metros, volvía a encontrarse con una nueva ermita, siempre inspirada en la vida de Cristo o en la manifestación de la fe en el pueblo quebradeño. Marcos comenzaba a sentirse incómodo, pues nada creía compartir con los hombres y mujeres que, a su alrededor, se aprestaban a celebrar las Pascuas de Resurrección. De todas las festividades cristianas, esta se le revelaba como la menos inteligible.
Habiendo dejado atrás la Plaza Álvarez Prado, interrumpiendo la circulación de la calle Alberro, Marcos halló una conmovedora reproducción de la crucifixión de Jesucristo. El artista había optado por utilizar fragmentos de hojas y pétalos menos pequeños y más irregulares, que legaban a la obra un cierto aspecto impresionista; además, con el fin de añadir dramatismo, había apelado a una corona de espinas real. No hacía falta ser creyente para solidarizarse con la figura de un hombre que desfallecía de dolor, un hombre que entregaba su propia vida por no traicionar sus convicciones...
-Disculpe. ¿Me dejaría pasar? –la débil voz de una anciana arrebató a Marcos de la contemplación artística.
-Oh, sí, disculpe. No me di cuenta que estaba obstruyendo el paso.
Marcos se había parado justo en medio de la angosta vereda, único lugar por el que se podía transitar en dirección Sur. La mujer parecía estar regresando a su hogar, luego de haber pasado por el almacén: traía dos bolsas que no admitían más carga.
-Veo que le ha gustado la ermita. ¿Es la primera vez que viene a Tilcara para Pascuas?
-Sí, es la primera vez que visito Tilcara, pero no vine por Pascuas –admitió el hombre-; de hecho no soy cristiano: soy agnóstico. No creo en Dios...
La mujer no pudo disimular su sorpresa. Estuvo un instante callada, sin saber qué decir, hasta que pareció recordar algo que había oído.
-¡Cuánto lo lamento! ¿No escuchó la historia del hombre de los ojos cerrados? Si quiere se la cuento, total todavía es temprano para empezar con el almuerzo...
-Bueno, cuéntemela. La escucho –Marcos, cortés en grado extremo, no habría sido capaz de contradecir a su interlocutora.
-Resulta que una vez, en un pueblo, había un hombre que, ya desde chiquito, se había negado a abrir sus ojos. Había crecido con los ojos cerrados y así había llegado a la madurez de su vida. En el pueblo, todos lo conocían como el hombre que niega los colores. ¡Fíjese usted! –acotó la buena mujer. Marcos le respondió con una sonrisa.
-Todo el mundo le decía a este hombre que el color estaba en todas partes, en el cielo, en las flores y en la quebrada, pero él sostenía que nunca había experimentado nada que le hiciera siquiera sospechar que pudiera existir el color. La gente le respondía: “¡claro!, ¿cómo querés ver el color si no abrís tus ojos?”. Pero él les respondía que los ojos no eran confiables, que las pocas veces que había intentado abrirlos, tímidamente, no había percibido nada claro, que con las manos sí podía saber exactamente qué tenía a su lado. Todos sentían pena por él: el color estaba allí para este hombre y él también era capaz de disfrutarlo; su vista era tan buena como la de los demás...
La anciana tomó las manos de Marcos entre las suyas e iluminó los claros ojos del hombre con su mirada más maternal.
-Dios me hizo compañía en los momentos más difíciles de mi vida. Ojalá te lleves de mi tierra una semillita: una fe renovada. ¡Felices Pascuas!
Después de tan noble deseo, la mujer tomó sus bolsas y se alejó trabajosamente, con su caminar encorvado. Marcos continuó observándola hasta que ya no consiguió discernir su diminuta fisonomía.

La familia se reunió en el comedor del hotel a las nueve y media, tal como lo había planeado. A esa hora el salón estaba empezando a quedarse vacío: muchos de los turistas ya habían partido hacia diferentes puntos de la quebrada o de la puna, en busca de esos pueblitos que parecen haber estado allí desde el mismo momento en que se formaron las montañas, piedra sobre piedra. Marcos, Julieta y el pequeño Franco se sentaron en una de las mesas próximas a las ventanas que daban al patio trasero y permitían perder la vista en los encantos de la comarca. Marcos adoraba desayunar allí, con la compañía de los cerros y de un cielo de puro azul.
-¿Y? ¿Qué tal estuvo tu paseo? –preguntó Julieta.
-Nada mal... Fue un paseo bastante atípico para un tipo como yo. Si hasta me detuve a oír una historia religiosa...
-Justamente a vos te vinieron a hablar de religión... ¡Qué raro que hayas escuchado! –señaló una asombrada Julieta.
-Era una mujer, no me podía negar...
-¡Ahora entiendo! Seguro que se trataba de una mujer de unos veinticinco años, de cabello lacio y largo, buena figura...
-No, nada que ver. No sé por qué tenés ese concepto de mí –respondió Marcos, tan pronto como captó la idea.
-Ah, claro... Olvidé que dejaste de mirar chicas el día que te casaste.
-¡Exacto! –apuntó el hombre, antes de reírse de su propia ocurrencia.
Mientras los cónyuges comentaban el asunto de la charla religiosa, Franco había aprovechado para apropiarse de los vasitos de soda que la camarera había traído, junto con los café con leche, y había comenzado a meter sus manos en ellos, mojando buena parte de la mesa y su propia ropa. Tan pronto como Julieta descubrió la travesura que ocupaba a su hijo, lo reprendió y le quitó los vasos. Franco armó un escándalo ante el despojo.
-¡Abua! ¡Abua! ¡Abuaaaaa! –la última “a” devino en un desconsolado y teatralizado llanto que consiguió que Julieta accediera a devolverle uno de los vasos, lleno de agua hasta por debajo de la mitad.
-Así que aprendió a decir agua... –comentó Marcos, encantado con los progresos de su hijito.
-Sí, ¿viste? Ahora maneja cuatro palabras: mamá, papá, guaguau y agua.
Los jóvenes padres estaban orgullosos de su pequeño. Intuían que compartirían hermosos momentos con su hijo, a medida que el bebé diera paso al niño menor y se consolidara su afán de explorar y entender el mundo. Ambos permanecieron en silencio un par de minutos, viendo como Franco seguía lavándose las manos con soda.
-Ah, y contame: ¿cómo fue el tema de la charla con esta señora? –Julieta recordó que su marido estaba por contarle de su paseo.
-Una viejita me vio mirando una ermita, una imagen de la crucifixión, y se pensó que yo había venido a Tilcara para celebrar las Pascuas. Claro que, inmediatamente, le aclaré que no soy creyente. Y fue entonces que me contó un cuento.
-¿Un cuento? ¿Sobre qué?
-Era una historia muy ingeniosa sobre lo que los cristianos llaman fe; creo que era sobre la fe... –a Marcos le costaba expresarse sobre un tema que no dominaba y en el que había desistido de pensar-. Debe haber escuchado el cuento en alguna misa y se le ocurrió que era indicado para mí.
-¿Y? –la mujer quería saber qué efecto había tenido el episodio en su esposo.
-¿Y qué?
-¿Sacaste algo en limpio?
-Julieta, vos ya sabés mi opinión respecto de la religión: lo hablamos muchas veces. Vos decís que creés en Dios y yo respeto eso, pero no puedo compartirlo. No puedo creer en una religión que se basa en un libro con tantas imprecisiones científicas. Aceptalo: La Biblia y la razón no se llevan bien. De adolescente tuve mis dudas, pero mi pensamiento jamás pudo probar la existencia de nada sobrenatural, así que simplemente abandoné el tema –la voz de Marcos llegaba clara hasta la mesa más lejana del salón, de donde acababan de levantarse los últimos comensales.
-Está bien. Disculpá. No quise que te pusieras mal. Mejor terminemos rápido con el desayuno, que tenemos que dejar la habitación.
Mientras terminaba de cerrar los bolsos y valijas, Julieta se preguntaba qué había cambiado en su esposo para que hubiera perdido la compostura al hablar de religión, un tema que él creía tener ya resuelto. De no ser por las afirmaciones siempre contundentes a favor de su agnosticismo, cabría pensar que Marcos dudaba... Por si acaso, se guardó de hacer cualquier comentario al respecto, durante el viaje a Humahuaca.

A las once y media de la mañana, aún en otoño, el sol daba intensamente sobre las escaleras que ascienden hasta el Monumento a la Independencia, en la ciudad que comparte su nombre con la quebrada. Marcos y su familia bajaban con cierta prisa, buscando algo de sombra en la plaza que linda con la Municipalidad y con la Iglesia Catedral.
La caminata hasta el monumento había dejado a Julieta un cansancio atípico: experimentaba los síntomas de un leve apunamiento. Su esposo le aconsejó que se sentara y se quedara quieta durante un rato, mientras él y Franco iban hasta alguna despensa cercana, en busca de una botellita de agua; a lo mejor podrían conseguir té de coca en un vasito descartable...
El reposo y la sombra le sentaron bien a Julieta, de modo que ya se sentía bastante mejor cuando Marcos regresó con medio litro de agua mineral bien fresca.
-No pude conseguir té de coca –explicó Marcos-; me lo preparaban, pero para consumir en el mostrador.
-No te preocupes, que ya estoy mucho mejor –la mujer intentó levantarse, pero todavía le pesaban un poco las piernas.
-No, no. No te levantes. Quedate un rato más sentada y tomate toda el agua, despacito. Mirá que en quince o veinte minutos llega San Francisco Solano y te bendice –Marcos se refería a una figura articulada que, desde la torre de la Municipalidad, sale todos los mediodías y todas las medianoches para impartir la bendición al pueblo humahuaqueño-. De paso, yo aprovecho para visitar la catedral, que está acá enfrente. Según la guía turística, tiene un retablo principal y otro lateral que vale la pena conocer.
Marcos cruzó la calle Buenos Aires e ingresó en el templo, junto con el pequeño Franco, a quien llevaba de la mano. La vista del hombre tardó en acomodarse a la agradable penumbra que recibía al visitante, ni bien se cerraban tras de sí la puertas que conducen al atrio. De más está decir que Marcos no estaba allí para orar, sino por puro amor al arte y por curiosidad histórica y antropológica. Este edificio era un verdadero volumen de historia, erguido en medio de la quebrada, instruyendo acerca del choque de dos culturas y del modo en que tantas generaciones de hombres aprendieron a compartir la tierra y a entenderse bajo el abrasador sol norteño.
Mientras su papá observaba el retablo de la pared lateral, Franco consiguió soltarse y escabullirse entre los turistas. El hombre notó la ausencia de su hijo casi inmediatamente; fue en su busca y lo halló en el altar mayor, sentado junto a una pequeña imagen de Cristo crucificado. Cuando Franco vio que su padre se acercaba, comenzó a sacudir su cabeza de un lado al otro, al tiempo que esbozaba la más tierna sonrisa y repetía, en voz alta: “dio, dio, dio, dio, dio, dio, dio...”. Así estuvo unos cuantos segundos, hasta que por fin se incorporó, miró a Marcos a los ojos y fue corriendo, contento, a arrojarse en sus brazos.
Aún una hora después del mediodía, conduciendo en dirección Sur, en silencio, mientras su familia dormía, Marcos buscaba una explicación racional para lo ocurrido en la Iglesia Catedral. ¿Habría dicho Dios, en verdad? ¿Cómo era posible? El Trópico de Capricornio no era la única línea que este hombre había cruzado...


FIN




El viaje a Belén

En el mes de marzo del año -8 de nuestra era, mes en que José y María se casaron, cesar augusto decretó que todos los habitantes del imperio romano debían ser contados y se realizaría un censo para mejorar el sistema de impuestos. Los judíos siempre habían estado en contra de los intentos de contar a la gente; este hecho añadido a las graves dificultades internas del gobierno de Herodes, rey de Judea, había conseguido el aplazamiento del censo en el reino judío por un año, por ese motivo en el reino palestino de Herodes se hizo un año más tarde el año -7.

No era necesario que María fuera a Belén para registrarse, pues José tenía autorización para registrar a toda su familia, pero María, siendo una persona enérgica y que amaba la aventura insistió en acompañarle. No quería quedarse sola durante la ausencia de José por si nacía el niño y deseaba aprovechar la cercanía de Belén a la Ciudad de Judá para visitar a su prima Elisabet.
José prácticamente prohibió a María que lo acompañara , pero no sirvió de nada; María preparó alimentos para los dos suficientes para tres o cuatro días. antes de partir José ya se había reconciliado con la idea y el 18 de agosto del -7 lo hicieron alegremente.
Eran pobres y solo tenían un animal de carga, Maria que estaba encinta cabalgaba el animal con las provisiones y José caminaba.
La primera noche acamparon junto al río Jordán y conversaban felices de qué clase de hijo les nacería; José lo veía como un maestro espiritual y María como un Mesías judío, un liberador de la nación hebrea.
muy temprano el 19 reanudaron viaje llegando por la noche a Jericó donde se alojaron en una posada. Conversaron con otros viajeros durante la cena de la opresión que ejercía el gobierno romano, Herodes, el censo y la influencia comparativa de Jerusalén y Alejandría como centros de conocimiento y cultura judíos y se retiraron a descansar.
Al medio día del 20 visitaron el Templo de Jerusalén y a media tarde llegaron a Belén.
La posada estaba repleta y José buscó alojarse con parientes lejanos, pero no había ni un solo cuarto en Belén, Al volver al patio de la posada se les informó que se estaban limpiando los establos para alojar a los viajeros.
Dejando el burro en el patio , cogieron las bolsas y provisiones y descendieron hasta el aojamiento, acomodándose en un cuarto para almacenar granos frente a los establos y los pesebres de los animales. Habían colgado cortinas de lona y se consideraron afortunados de conseguir n alojamiento tan cómodo.
José pensó en ir a registrarse inmediatamente pero María estaba cansada se sentía mal y le rogó que permaneciera a su lado.
Durante toda la noche ninguno de los dos durmió mucho , María estaba inquieta, y al alba los dolores de parto ya se habían evidenciado . Al mediodía del 21 de Agosto del -7 de nuestra era, María dio a luz un niño varón, que se envolvió en las ropas que su madre previsora le había llevado, colocándolo en el pesebre cercano.

Así nació el niño prometido de la misma manera que todos los niños que antes y desde entonces han llegado al mundo.




La misma historia. La misma gran historia. El mismo milagro. Pero así es como yo la siento… aunque en nada cambiaría si fuera de otro modo.


22 03 08 V.Nas


viernes, 21 de marzo de 2008

Jose y María

María y José se conocieron cuando éste fue contratado por el padre de María para construir un anexo a la casa. Ella le llevó una taza de agua a la hora del almuerzo; y así comenzó la relación de la pareja destinada a ser los padres de Jesús.
Se casaron de acuerdo con las costumbres judías, en la casa de María a las afueras de Nazaret, tras dos años de noviazgo normal. Poco después se mudaron a su nueva casa construida por José con la ayuda de dos de sus hermanos en la misma población. La casa estaba ubicada al pie de una elevación que dominaba un bello paisaje. Era una estructura en piedra de una habitación con techo plano y un edificio adyacente para los animales. Los muebles consistían en una mesa baja de piedra, vasijas de barro, platos y ollas de piedra, un telar, una lámpara, varios bancos pequeños y alfombras para dormir en el piso de piedra. Detrás de la casa , cerca de la construcción para los animales, había un tejado que protegía el horno y el molino para moler trigo. Se necesitaban dos personas para utilizar este tipo de molino ,uno para moler y otro para echar grano. En esta casa preparada con gran amor esperaban recibir al hijo prometido, sin saber que ese acontecimiento tan importante para el universo, ocurriría lejos de allí , en Belén de Judea.
La mayor parte de la familia de José creyeron en las enseñanza de Jesús, pero muy pocos parientes de María creyeron en él hasta después de su partida de este mundo.
José se inclinaba hacia el concepto espiritual del Mesías esperado, mientras que María y su familia, en especial su padre, mantenían la idea de un Mesías como liberador temporal y gobernante político. Los antepasados de María se habían identificado notoriamente con la actividad de los Macabeos de ese entonces.
José sostenía preceptos de la tendencia oriental o de Babilonia dentro de la religión judía; María por otra parte tenía una visión más liberal y amplia, occidental o helenística de la ley y de los profetas y un concepto más liberal de la libertad espiritual personal.

En ocasiones Jesús combinaba los rasgos de sus padres, en otras los rasgos de uno de ellos predominaban sobre los del otro.



La misma historia. La misma gran historia. El mismo milagro. Pero así es como yo la siento… aunque en nada cambiaría si fuera de otro modo.


22 03 08 V.Nas

María

María , la madre terrenal de Jesús, descendía de una larga línea de inimitables antepasados que comprendían muchas de las notables mujeres de la historia racial de la Tierra. Aunque María era una mujer promedio de su tiempo y generación, con un temperamento relativamente normal, contaba entre sus antepasados con mujeres muy bien conocidas. No había en aquel tiempo otra mujer judía con una genealogía más ilustre de progenitores comunes y corrientes, o que se remontara tanto a los más auspiciosos comienzos.
Tanto los antepasados de María como los de José habían sido de temperamento fuerte pero común, dando de vez en cuando numerosas personalidades destacadas en la marcha de la civilización y la evolución progresiva de la religión. Desde un punto de vista racial , no es plenamente apropiado considerar a María como judía. Era judía por cultura y por creencias pero de dote hereditaria era más bien una combinación de razas , a saber; siria, hitita, fenicia, griega y egipcia, o sea que su herencia racial era más heterogénea que la de José.
De todas las parejas que vivían en Palestina en el tiempo proyectado para la venida de Jesús, José y María poseía la combinación más ideal de vastos vínculo raciales y promedio elevado de dotes de personalidad por eso fueron elegidos.
José y María celebraron sus esponsales a primeros del mes de marzo y Gabriel la visitó a mediados de noviembre del mismo año justo al día siguiente de que Jesús fuera concebido, mientras ella trabajaba en su casa junto a una mesa baja de piedra y , una vez que María se recuperó y recobró la compostura , díjole “Vengo a instancias de mi Maestro , a quién tú amarás y nutrirás . A ti María, te traigo gratas nuevas al anunciarte que la concepción dentro de ti es mandato del cielo, y en el momento propicio serás madre de un hijo; lo llamarás Josué, y él inaugurará el reino del cielo en la tierra y entre los hombres. No menciones esto a nadie excepto a José y a Elisabet, tu parienta, ante quien he aparecido y que pronto dará a luz un hijo cuyo nombre será Juan… No dudes de mi palabra María, pues éste es el hogar que se escogió como morada mortal del hijo de destino. Mi bendición te acompaña, el poder de los Altísimos te fortalecerá y el Señor de toda la tierra te cobijará.
María tenía más descendencia davídica que José. Es verdad que José tuvo que ir a Belén, la ciudad de David, para registrarse en el censo romano, pero eso se debía al hecho de que, seis generaciones antes, el antepasado paterno de esa generación de José, siendo huérfano, había sido adoptado por Sadoc un descendiente directo de David; de ahí que José también fuera considerado como formando parte de la casa de David.
El temperamento de María era casi opuesto al de su marido. Usualmente alegre, siempre de buen talante y dispuesta, raramente se dejaba dominar por la depresión. María expresaba libre y frecuentemente sus sentimientos emocionales y no se la vio nunca triste hasta después de la muerte de José.

Las familias de José y María eran muy instruidas para la época. José y María poseían educación y estudios muy por encima del promedio para su tiempo y posición social. El ya hemos dicho que era un pensador; ella sabía planear, era experta en adaptarse y práctica en la ejecución inmediata.
José era trigueño de ojos negros ; María, rubia oscura de ojos pardos.

María era una tejedora experta y en casi todas las artes hogareñas, más hábil que el promedio de la época; era una excelente ama de casa. Tanto José como María eran buenos maestros, y se aseguraron de que sus hijos e hijas fueran bien instruídos en las enseñanzas de aquellos tiempos.



La misma historia. La misma gran historia. El mismo milagro. Pero así es como yo la siento… aunque en nada cambiaría si fuera de otro modo.


21 03 08 V.Nas

jueves, 20 de marzo de 2008

La Procesión del Silencio





Ayer acompañé la Procesión del Silencio. Antesala de la Pasión , anuncio de lo que acontecerá en la memoria de éstos días en los que Celebramos , sí celebramos en el recuerdo del dolor, el más grande regalo del que hayamos sido receptores.
La Semana Santa que en tantos lugares se asocia al turismo y la pandereta. A las manifestaciones externas , populares , evidentes y en ocasiones aparatosas.

Llovía. Llegó a temerse que los pasos no pudieran salir ante el deterioro de las imágenes pero una hora antes el tiempo se avino y los preparativos se iniciaron . La cofradía estaba contenta y al mismo tiempo preocupada; si retornaba el agua ¿cambiarían el recorrido? ¿ harían el más corto? Autoridades militares y eclesiásticas junto a un pequeñísimo grupo de personas esperábamos a la puerta.
Comenzaron a salir los pasos por el portalón con su dificultad , y las fanfarrias de duelo los fueron recibiendo, cada uno llevaba su acompañamiento que al ritmo de la percusión marca la danza uniforme y majestuosa de avance de los misterios.
No habían salido de la bocana de la iglesia, y la lluvia regresó, ya estaba decidido el recorrido más largo y no se alteró la decisión.
En el mayor de los silencios. Sin aglomeraciones. Al ritmo bien de las trompetas , bien de las gaitas o los tambores , siempre doliente , comienza el lento avance del Cristo del Flagelo y La Virgen de las Angustias. Los cofrades emocionados y recogidos acompañan el duelo sin un paraguas, sin un cobijo. El silencio se escucha… impone. Los paseantes se detienen en las aceras esperando el tránsito, nadie absolutamente nadie cruza de acera a acera durante la comitiva. No puede decirse que muchos de ellos se encuentren allí intencionadamente , son más bien acompañantes circunstanciales… pero acompañantes a fin de cuentas pues el respeto así lo demuestra. Me emociona más esta realidad palpable que la de una muchedumbre. No se abren los paraguas para no molestar , se piensa en el que está detrás. Silencio, Jesús atado a su columna se muestra llagado y mojado los ojos que lo miran. No puedo dejar de preguntarme si la observación de la circunstancia es idéntica a la de los curiosos del momento histórico ¿ qué pensarían mientras lo contemplaban? ¿qué pensarían sus corazones?

Una bellísima Virgen de brillantes lágrimas que se mezclan con las naturales gotas de lluvia lo sigue a distancia con tronío , imponente en el lento y rítmico latir como de corazón. Se acerca la Plaza de la Catedral ya no hay aceras , ni protecciones para el aguacero ; Jesús y la Virgen lo cruzan solos con su cortejo… silencio.

Una vez más se puede elegir un tramo más corto , pero el silencio pide todo el esplendor de lo que se palpa. Se inicia el acceso a las calles estrechas y tortuosas de los alrededores de la Catedral. Los más duros y difíciles para unos portadores ya agotados por el peso y la inclemencia, y cuanto más se estrecha el camino más se magnifica la Presencia Recogida del Silencio.

No pienso nada, sencillamente voy tan a gusto en el silencio, como en el más grande y sublime momento de comunicación amorosa. Lo mejor es cuando las palabras sobran. Finalmente llegamos a casa y todo el mundo sonríe ¡qué bellas sonrisas! ¡qué satisfechas y mojadas sonrisas!
¡Qué gran experiencia!


V.Nas 18 03 08

miércoles, 19 de marzo de 2008

San José

Josué ben José el padre humano de Jesús , era hebreo aunque aglutinaba muchos rasgos raciales no propiamente judíos agregados a su árbol genealógico de vez en cuando por las líneas femeninas de sus progenitores.
Era dulce y extremadamente escrupuloso, fiel a los convicciones y prácticas religiosas de su pueblo. Hablaba poco pero pensaba mucho.
No acababa de comprender “cómo un hijo de destino divino” podía proceder de un matrimonio de seres humanos. Dejó de dormir durante un tiempo por no poder reconciliar sus ideas hasta que después de varias semanas de reflexión María y él aceptaron la conclusión de que habían sido elegidos por razones para ellos desconocidas. Aún así no llegó a aceptar totalmente la idea de que su hijo sería extraordinario hasta una noche en que experimentó un sueño muy extraordinario; en él un resplandeciente mensajero celestial le dijo entre otras cosas " José, por mandato de Aquél que reina en las alturas, aparezco ante ti para decirte que el hijo que aguarda María será una gran luz en el mundo, En él habrá vida y su vida será la luz de la humanidad. Primero vendrá a tu pueblo , pero tu pueblo no lo recibirá; pero a todos los que sepan recibirlo se les revelará que son hijos de Dios " Después de esta experiencia supo que ese hijo sería mensajero de Dios para todo el mundo , y no volvió a dudar , aunque sufrió periodos de leve desaliento espiritual.
De él heredó Jesús su dulzura extraordinaria y la gran comprensión de la naturaleza humana, el conocimiento estricto del uso de las ceremonias judías y su conocimiento poco común de las escrituras hebreas. José era un pensador.

Si José hubiera vivido sin duda alguna hubiera sido un firme creyente en la misión divina de su hijo. Pero justo cuando comenzaba a prosperar en la vida conjugando su labor de carpintero con la de contratista pudiendo aspirar a unos ahorros para darle estudios a Jesús, que se había manifestado como buen estudiante y cuyo maestro creía firmemente que este alumno despierto y diligente estaba destinado a una carrera distinguida con una misión importante, sufrió un accidente mientras realizaba una obra pública en Séforis.
Esta tragedia haría abandonar estos planes para asumir la responsabilidad de mantener y sacar adelante su numerosa familia que en ese momento consistía en cinco hermanos , tres hermanas , su madre embarazada y él mismo.


La misma historia. La misma gran historia. El mismo milagro. Pero así es como yo la siento… aunque en nada cambiaría si fura de otro modo. V.Nas

martes, 18 de marzo de 2008

El Pelotón


Llueve , como hace mucho que no llovía .
Voy hacia las montañas , al santuario . No es el mejor día , pero es el único que tenía . El agua lo desborda todo , arrastra un color parduzco de tierra , barro y restos de rastrojos . Llega hasta las puertas de las casas y amenaza con inundar todo aquello cercano al cauce .
Debo de llegar a pesar de la dificultad para ver .Es una promesa . El primer viaje … siempre al santuario .
Compro una pequeña medalla para pegarla en el coche y voy a visitar a mi amiga , a mi Madre , a la única en cuyo hombro lloro , a la conocedora .La saludo y acompaño breve tiempo , pues el torrente en cascada que baja de las montañas está a punto de desbordar el estanque , el tiempo empeora por momentos . Pero la estancia es agradable, el torrencial sonido de la inclemencia y la cueva en solitario , para ella y para mí , refleja la magnitud de la naturaleza y la serenidad de lo integrado . Me siento segura . Allí delante de ella , la asiento para siempre en el salpicadero donde pueda acompañarme en mis desplazamientos . Me despido con un beso .
Ya puedo rodar .No soy la única que circula , voy acompañada a pesar de haber dejado la autopista y circular por la nacional . La música me acompaña y la prudencia me dirige .
De pronto al llegar a una recta , me encuentro un coche rojo sobre la cuneta izquierda completamente abollado por la derecha . Ambas puertas completamente hundidas hacia el centro del automóvil .
Soy ,a parte de los implicados solo dos coches , el tercero que llega . Acaba de suceder , todo está por la carretera .
Diluvia .
No ha llegado nadie , ni guardia civil , ni ayuda … no ha habido tiempo .
Dentro del coche un muchacho de poco más de veinte años parece dormido apoyando su cabeza contra el cristal de la ventanilla , recostado para atrás y sujeto por el cinturón . Sus manos sobre sus muslos .
Por causa del agua , no se aglomera la gente a su alrededor , todo es tranquilidad y silencio , solo el agua que cae torrencialmente .
Se ha desnucado … es evidente que no tiene vida . Duerme placidamente ,con cara relajada y los ojos abiertos , el último sueño . No hay sangre . Todo se observa desde afuera mientras se espera la llegada de la ayuda oficial que ha sido avisada . El peso de la situación y el temporal tiene a todo el mundo paralizado dentro de sus vehículos . Mi cara está empapada , pero la piel de mi cuerpo está erizada y las palmas de mis manos ardiendo . Hay una gran inquietud , gran agitación en la percepción de energía .Casi como en un susurro , desde muy cerca , y aprovechando que no hay nadie próximo le digo - ¿Estás por aquí? – Mírate has tenido un accidente – Sí , ese que está en tu coche eres tú , aunque estés afuera .- Serénate … ya sabes lo que es un accidente – Sí , sí … quiere decir que estás muerto … pero estás ahí verdad … es verdad – Pues no te asustes – Serénate – Sí , sí … tus padres , tu novia , tus amigos … será un gran dolor – Serénate – Ahora lo que importa eres tú – Debes encontrar el camino para seguir … No , no … será cuando tú quieras , pero debes estar preparado para tomar la decisión – Una luz te guiará … recuerda , una luz , en ella vendrán los que te aman del otro lado que son muchos , vendrán a recogerte y ayudarte .-Serénate – Debes de estar tranquilo … o no la verás- Serénate- No dejes que tu desconcierto te deje vagar por la duda – Serénate por favor – Sé que es difícil – Serénate – Tranquilo – Serénate – La Luz , acuérdate de la luz .El conductor del otro coche me mira de un modo extraño …¿Cuánto tiempo lleva mirando?...¿Cuánto tiempo ha pasado?... Me siento escudriñada por otros ojos .
Disimulo y me callo la boca .
Sigue el ruido del agua , agua que cae sobre el impermeable , agua sobre el capó del coche , sobre el asfalto , deslizándose en torrente por el río turbulenta y ruidosa . No es fácil saber lo que son lágrimas y es lluvia . Ruido de agua … palabras lejanas… ruido de agua …Tras tras ,, … tras tras , … botas , firmes , fuertes pasos acompasados …tras tras , … Algo viene desde atrás , un gran bulto se aproxima , formas , seres , personas de oscuro a modo de gran formación , ¿de cuatro en fondo , de cinco? hacinados y sin orden . Son muchos , muchos , como una red extendida para la captura , como un equipo compartido en el desconcierto , como una palpable certeza en lo irreal. .. Se aproximan como el río que sigue un cauce , se aproximan con la fuerza de una riada , se aproximan en amenaza de arrastre , atraen como un imán. Tras tras tras …Siento la imperiosa necesidad de ponerme a cubierto , me meto en el coche …Vente conmigo - No mires – No te dejes ir – Quédate aquí -Van pasando como la bruma , como el viento entre las hojas , como el humo entre los resquicios . Son hombres y mujeres con la mirada perdida , envueltos en una niebla … son niebla … pasan y pasan … tras tras tras , tra tra tras , tras tras … pasan …y pasan …
Han pasado … y se desvanecen en la distancia …Todo está igual que antes … Pero él…- ¿Estás aquí?... aún permaneces aquí … por favor , por favor … No te vayas con ellos , quédate – Acuérdate vendrán a buscarte …- No vagues entre los cientos de victimas que aún siguen buscando la vuelta a casa .- ¿Estás ahí?—- Sal de esa formación , no sigas . Este viaje debes hacerlo solo … con ellos no llegarás a ninguna parte . Vagaras sin rumbo ni destino … solo fuera , solamente en soledad , verás el rumbo que te guía . Abre los ojos y espera confiado . Quédate al lado de lo que has dejado de ser , para comprender lo que eres . Tranquilo . Ellos también encontrarán antes o después manera de dejar la formación … alguien les ayudará a ver .,. ahora . Serénate . Estás ahí verdad … pues estarás bien , no lo dudes- … Sí lo sé … ha sido una gran putada... tenías que… una gran putada… pero te espera mucha vida por delante … ahora haz lo que tengas que hacer con respecto a lo que sientas … después ve en busca de la felicidad en la vida , sabrás cómo y cuando … Con Dios amigo .V.Nas

jueves, 13 de marzo de 2008

Crónica

Crónica


Ocho y media de la mañana.
El mar se retira tras una noche de bramidos y embestidas al muro de contención.
Las señales de su fuerza aún chorrean del paseo hacia el agua que anega toda la arena de la playa. Polluelos de gaviota arrebatados de sus nidos pasean por las losetas húmedas.
Las olas ,todavía importantes, comienzan a verse mucho más pequeñas.
Luces cambiantes en esta mañana soleada y cálida.
Es un paseo agradable, lento, tranquilo y un tanto solitario a pesar de la hora, aunque se encuentran amigos que van al trabajo.
Un beso, un saludo y la mentira gentil… continúo con pasos lentos mirando un mar , en parte tostado por la arena, gris oscuro o cubierto de grandes puntillas, siempre cantando su fuerza, su ritmo; siempre compañero acompañante, cómplice de profundas miradas hacia un interior a veces gris, a veces verde o azul.

Y siempre , siempre, la paz que necesitas.

V.Nas 120308

jueves, 6 de marzo de 2008

Xilguerín Parleru

XILGUERIN PARLERU





Suena la gaita …el roncón vibrando mientras el fuelle llena….


Uuuuuummmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

Abajo…el valle , como al final de un abismo , tan abajo…
tan profundo…

Uuuuuuuummmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

Comienza el sonido agudo, que solo ella puede conseguir …
como un gemido…
y en el valle , un arco perfila la zona de luz luminosa …
de la sombra .

Uuuuuuuuuuuummmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

Se eleva el tono…y me eleva ….me eleva… y arriba…
tan arriba como solo desde una cima puede sentirse ,
pienso
…que si diera un salto … haría una caída libre…

Uuuuuuuuuuuuuuummmmmmmmmmmmmmmmmmmm


Suena el roncón….Uuuuummmmm…… Surge la melodía

Y entre montañas , el viento acerca como un eco …
la voz que gorjea

Dime xilguerín parleru
¿ de donde vienes?…
y ési piquín floreru…
que me entretiene ….

Uuuuuummmmmm

Ties unos güeyinos neñu …
y unes maneres….
que me facem la reina
de toes les Eves….

Uuuuuuuummmmmm …
El viento pasa…y el eco se diluye .
No hay mas tierra , que la que ocupan mis plantas .

Debajo…aire… nubes…y valle….en lo profundo ….

V.nas